Habíamos hablado de lo que la 9 de Julio se llevó. Pero hay más. 9 de Julio entre Moreno y Belgrano. ¿Qué hay allí? Si, el Ministerio de Salud y Acción Social, el otrora Ministerio de Obras y Servicios Públicos. Pero mucho antes, en épocas de la colonia y de la Revolución de Mayo, en ese lugar había un callejón lúgubre. "La Calle del Pecado", como la conocían sus contemporáneos, era el lugar dónde los amores furtivos encontraban un rincón oscuro y tranquilo. O no tanto. Allí también era uno de los lugares donde los pendencieros iban a ajustar cuentas. El callejón estaba donde ahora está el estacionamiento del Ministerio.
La cúpula que se ve detrás es, ni más ni menos, que la de Monserrat. El edificio que han construido sobre Lima ahora, allí al fondo de la foto donde se corta la calle, nos priva de la vista del fotógrafo; que no estaba parado sobre B. de Irigoyen, sino más cerca de Lima, porque allí había una plaza. La calle hoy existe aunque no tiene nombre, y se usa para entrar y salir del estacionamiento del ministerio. Y la calle no tiene nombre porque aún cuando figuraba en los planos catastrales, nunca fue calle. Surgió como lugar de paso entre los fondos de dos casas (originalmente) y dentro de sus terrenos, y luego se convirtió en lúgubre callejón "non sancto". Y eso por dos motivos fundamentales. Monserrat era un barrio periférico, lo que diríamos un arrabal, durante toda la primera mitad del siglo XIX. Para que Uds se den una idea, en la plazoleta donde está el fotógrafo, no sólo había mercado(hoy diríamos feria), sino que era el lugar dónde entrenaban los regimientos de pardos y morenos. Estaba lleno de pulperías, ergo pululaba toda clase de camorreros, vagos y mal entretenidos, orilleros y mujeres de vida fácil y licenciosa (quién dijo que la prostitución era, es o será fácil?). Así que de noche, la calleja del pecado se llenaba de pendencieros ajustando cuentas o efímeras parejas de amantes furtivos, vervigracia, villa cariño, vah...el guindado del siglo XIX. Para la época de la foto(c.1900), las edificaciones habían cambiado, pero parece que el uso y la fama se conservaban.Todo acabó, con perdón de la expresión, cuando se tumbó toda una fila de manzanas para abrir paso al progreso y a la 9 de Julio, con lo cual desaparecieron entre otros lugares célebres: la jabonería de Vieytes(que no era de Vieytes sino de Rodriguez Peña) y la iglesia de San Nicolás de Bari original que estaba donde ahora está el obelisco y que se trasladó a Av. Santa Fe.LIBERTY
No señores, no es New York City. Is Barrancas of Belgrano, frente a la estación, en la plaza. Es la simpática hermana menor de la estatua que reside en USA. Esta réplica fue realizada por el escultor francés Fréderic Bertholdi siguiendo el modelo, en escala reducida, de la que está emplazada en la entrada al puerto de de Nueva York y adquirida por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires a Francia junto con otras esculturas. No sólo es más chica sino que también es de otro color: marrón. Aquella, aunque no era verde, desde hace años está pintada con una pintura especial que la protege de la polución que sus vecinos y orgullosos dueños generan, y que le da tan característico aspecto. Ésta, aunque originalmente no sé de qué color era, me dijeron las malas lenguas de Defensores que la cubrieron con una pintura especial, que además de darle ese color tan característico, la protege de los cartoneros que no imaginan que es de bronce. Aquella, la hicieron los franceses como obsequio para el primer centenario de la Independencia (Norte)Americana, y se quedaron con una reproducción más pequeña. Ésta, dicen los de Excursio, la hicieron los Dragones, y la pintaron de marrón porque los únicos colores que conocen son el negro y el rojo. Si alguien conoce la posta, que postee.
2 comentarios:
No me queda claro o no leí bien ¿En el mismo callejón se achuraba y se garchaba? además ¿Cómo era ese callejón de "cómodo"? Imagino que no era como Guindado ¿Lo hacían de dorapa? Por favor Toucedo Urban: explíquese a la brevedad
De dorapa y a la carrera. No era cómodo pero si oscuro. La una, levantaba todos los trapos, el otro, se bajaba lo mínimo indispensable, y dale que se acaba el mundo. Por supuesto, había que mirar que no hubiera gente acuchillada, no fuera a ser cosa de tropezarse con la cabeza que alguien había perdido(literalmente) un rato antes. No había coches, ni autocine, ni Guindado, ni había que llevar el termo para que los vidrios se empañaran más rápido.
Me parece a mi o le agarró cierta nostalgia de algo. Como verá el mundo todavía no ha cambiado tanto.
Salú
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