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viernes, abril 13, 2007

Los Nombres de las calles X - 2ºEd. Virreinal

Virrey Cevallos
Pedro Antonio de Ceballos Hoyos y Cortés Calderón fue un militar español y un fiel servidor de la Corona. Gobernador de Buenos Aires desde 1757 hasta 1766. De vuelta a España influenció en la Corte para crear un nuevo virreinato en el extremo sur de América. Al crearse en 1776 el Virreinato del Río de la Plata, fue nombrado virrey.
Una vez designado virrey, gobernador y capitán general de las provincias del Río de la Plata y supremo presidente de la Real Audiencia de La Plata zarpa de Cádiz el 12 de octubre de 1776 al mando de una expedición militar. El 21 de abril de 1777 llega a Montevideo al mando de 9316 hombres. Cevallos marcha por tierra hacia Colonia del Sacramento que estaba bajo el poder de los portugueses y a la cual rinde a discreción por segunda vez (ya lo había hecho en 1763). Para evitar su repoblación, el flamante virrey derriba partes de la muralla. Paradójicamente, por ello fue nombrado Marqués de la Colonia. Se dirige entonces hacia Río Grande de San Pedro, pero a mitad de camino lo alcanza la noticia de la paz firmada entre españoles y portugueses. Se dirige entonces hacia Buenos Aires para asumir el cargo de virrey el 15 de octubre de 1777. Como ya hemos visto en una oportunidad anterior, parte de las piedras de la muralla de la Colonia sirvieron para empedrar la cuadra de la actual Bolívar entre Alsina y Moreno, donde están la Iglesia de San Ignacio y el Nacional BsAs(colegio de San Carlos entonces), y que fuera la primera cuadra empedrada.
Cevallos había sido Gobernador de Buenos Aires durante 8 años y era un hombre conocido y bien querido en la ciudad que ahora ostentaba el título de capital virreinal. Lo querían los vecinos importantes y la gente humilde. Cevallos era un hombre tolerante y mesurado, y aunque celoso de sus funciones, justo. Para recibirlo en Buenos Aires, los vecinos y el Cabildo tiraron la casa por la ventana. El Cabildo hizo reemplazar el balcón de madera roída y apolillada por uno de hierro. Se multiplicaron los agasajos y las recepciones al punto que el mismo virrey tuvo que pedir que acabaran porque le impedían realizar sus labores. Se compusieron poemas y canciones en su honor. Una de ellas el "Canto de un guaso en estilo campestre" comenzaba:


"Aquí me pongo a cantar
abajo de aquestas talas,
del mayor guaina del mundo,
los triunfos y las hazañas..."


¿Les suena? Así que ya ven, Cevallos era el mayor guaina del mundo, dos veces vencedor de los portugueses. Pero hay más. Se dedicó a hacer que esta pequeña aldea con título virreinal fuera un poco más ordenada. Impuso multas para quienes hecharan basura en la calle. La emprendió contra el contrabando, el carnaval y el juego por dinero. Puso los primeros límites de velocidad en las calles porteñas: al que pasara del trote corto, la 1º vez lo multaban con $10; la 2º, azotes y cárcel.
Fumaba y armaba sus propios cigarros de chala. Era fanático del mate, al punto de hacerse enviar yerba a España. Ya virrey, impuso que para la cosecha de trigo, a los peones rurales se les diera mate 6 veces durante la jornada laboral (claro, no comían más que galleta y/o charque).
El Cabildo quiso retratarlo para lo cual contrató a un pintor. Don Pedro, que en principio había aceptado, se negó a posar para el artista al enterarse de que debería quedarse quieto 5 horas cada día. El virrey no tenía tiempo para esas frivolidades.
Cevallos no pasó ni un año en Buenos Aires como virrey. Casi 9 meses después de haber llegado, Don Pedro se embarcó a España. Hacia allí se dirigía a informar al monarca del éxito de su misión y a pedirle su autorización para casarse. Antes de venir a Buenos Aires por primera vez como gobernador, Don Pedro había estado a punto de casarse con una prima suya, pero desgraciadamente, la novia murió poco antes de la boda. Ésta era su última oportunidad. Se había enamorado de una porteña de alcurnia, Doña María Luisa Pinto. Él tenía 62, ella, 30. Pero el virrey tenía un problema. Él debía autorizar todos los casamientos que se realizaran en la Reina del Plata, excepto el suyo. Eso debía autorizarlo el monarca en persona. Si bien anticipó su luna de miel (varias veces) no quería que las viejas rancias y arpías de Buenos Aires hablaran de Doña María Luisa. LLegó a Cádiz el 17 de septiembre de 1778 pero nunca llegó a lograr su cometido. Murió en Córdoba, España, el 26 de diciembre de 1778. Fue envenenado con arsénico por alguno de sus enemigos de la Corte. Antes de expirar, pidió agregar un codicilo a su testamento. Nombró garante y albacea al obispo de Córdoba (España), donde lo obligaba a cumplir determinadas cláusulas reservadas que se referían a su prometida y su hijo. En realidad Don Pedro sabía que su prometida estaba embarazada al partir él hacia la península, pero nunca supo que el niño, bautizado Pedro Antonio como su padre, había nacido fuerte y sano.
Como dato adicional diremos que Pedro Antonio de Cevallos (h) fue un ferviente patriota desde 1810 y además se desempeño como hombre de confianza de Martín Miguel de Güemes.


Virrey Vertiz
Juan José de Vértiz y Salcedo fue un político colonial español nacido en México, que ejerció el cargo de Gobernador de Buenos Aires(1770-1776) y 2º Virrey del Río de la Plata (1778-1784).
Hijo de un importante político hispano, estudió en España y se formó como militar, interviniendo en varias campaña españolas, como las de Nápoles y Francia. Antes de ser virrey desempeñó el cargo de gobernador de Buenos Aires, tanto bajo la administración del Virreinato del Perú como del Virreinato del Río de la Plata, teniendo como prioridad el expulsar a los portugueses de la Banda Oriental (con éxitos nulos, por cierto).
Asumió como virrey en 1778, teniendo una obra de gobierno muy vasta, desarrollando la economía regional, colonizando tierras deshabitadas (o habitadas por indios, que es lo mismo), instalando intendencias por todo el virreinato y preparó el camino para que fuera fundada la Real Audiencia de Buenos Aires. En tarea social intentó agrupar a todos los artesanos en diferentes gremios, imitando el sistema vigente en Europa. Fundó el Protomedicato(parecido a una escuela de médicos), una casa cuna y el hospital de expósitos. Durante su gobierno se censó por primera vez la ciudad, que en aquél entonces contaba con 37679 personas y 3827 negros y entonces supo que podía aumentar los impuestos. Fue el responsable del primer paseo público de la ciudad, La Almeda, actual Paseo Colón. También se creó durante su gobierno el primer teatro de la ciudad, La Ranchería (hasta había que llevarse la silla o banqueta. ¡¡¡Todo un lujo!!!). Impuso el trabajo obligatorio, estimuló la elaboración de las carnes saladas y la utilización del añil. Fue conocido por el sobrenombre de "virrey de las luminarias" porque hizo instalar los primeros faroles a velas en las esquinas de Buenos Aires. Dichos faroles se encendían desde el toque de oraciones (20hs. apróx.) hasta casi la una de la mañana.
Tuvo un importante rol en reprimir la sublevación de Tupac Amaru II que fue una verdadera carnicería. Tupac Amaru II fue desmembrado vivo (y les costó bastante) después de un buen rato de ser torturado, y toda su familia ejecutada de distintas formas; formas que variaban en función de la edad y el sexo del/la condenado/a, no siendo perdonados ni las mujeres ni los niños. En 1784 pidió regresar a España, dejando el virreinato y entregándoselo a Nicolás del Campo. Murió en España en 1799.


Virrey Loreto
Gracias a su nombre completo, Don Nicolás Francisco Cristóbal del Campo Cuesta de Saavedra Rodriguez de las Varillas de Salamanca Solís García de Olalla y Sanchéz Salvador, el tercer virrey del Río de la Plata siempre fue conocido por su título: Marqués de Loreto. Sus comtemporáneos lo apodaban el "Bicho Colorado" por su cabellera pelirroja.
El hombre trabajaba a conciencia y estaba dispuesto a erradicar el contrabando. Razón de sobra para ganarse los mayores odios y problemas.
Y fue un visionario porque quiso convertirnos en el "granero del mundo". Fomentó la agricultura, particularmente de trigo e impulsó la contrucción de silos (subterráneos en aquella época,cuando las napas probablemente no fueran tan altas) para conservar el cereal. También fomentó los saladeros de carne, para lo que organizó expediciones a las Salinas Grandes. La carne salada y la harina de trigo se exportaban a Cuba para alimentar a los esclavos.
En 1785 quedó establecida la Real Audiencia de La Plata (aquí en Buenos Aires) y el virrey Loreto, como correspondía, fue su primer presidente.
Continuó con la pavimentación de calles; la actual Florida (del Correo por aquel entonces) fue empedrada.


Virrey Arredondo
Don Nicolás Antonio de Arredondo Pelegrin Haedo Zorrilla de San Martín y Venero, tal su nombre completísimo, fue el cuarto virrey del Río de la Plata.
Continuó empedrando calles y favoreció la creación de consejos vecinales y cuerpos de policía. Favoreció el establecimiento del Consulado de Comercio en Buenos Aires.
Permitió la importación de esclavos a cambio de cueros gracias, en parte, a un joven abogado, Mariano Moreno y su famosa Representación de los Hacendados.
Era fanático de las corridas de toros y de las recepciones. En el Fuerte había joda todos los miércoles y domingos; el anfitrión, el virrey.
Durante su gobierno, ocurrieron cosas extrañas, algo así como una revelión de la naturaleza. Hubo que afrontar invasiones de perros cimarrones y loros barranqueros. Todos debían matar un cupo. En otra ocasión, el Río de la Plata desapareción durante todo un día, casi podía cruzarse a caballo el río entre Quilmes y la Colonia (el tramo más corto). El hecho causó gran revuelo en la ciudad portuaria. Afortunadamente, a la tarde el viento cambió y el río volvió a su cauce normal.
Sin pena pero sin gloria se desempeñó 6 años en sus funciones.

Virrey Melo
Pedro Melo de Portugal y Villena, quinto Virrey del Río de la Plata, había nacido en Badajoz, España(donde a Tinelli le vendieron un buzón).
Le encantaba los juegos de bolos(bastante distinto al bowling) y bolas, el último, un clásico argentino hasta hace 30 años, las bochas.
Reglamento la provisión de agua y obligó a los aguateros a juntar el agua en el Retiro, dado que más al sur el agua se hallaba contaminada por el jabón de las lavanderas.
Debió enfrentar la primer revuelta de un "centro de estudiantes" por decirlo de algún modo. Un día de 1796, los alumnos del colegio de San Carlos(actual Nacional Buenos Aires), cansados de los castigos corporales y la larga jornada de estudio, decidieron revelarse. Rodeando a los celadores y tomando de rehenes a algunos profesores, se amotinaron con algunas armas en el primer piso de edificio, donde estaban sus habitaciones al mando de Juan Gregorio de Las Heras, futuro Granadero a Caballo y General del Ejército de los Andes, entre otras cosas. El virrey hizo rodear el colegio con el Regimiento Fijo de Veteranos. Luego de algunos minutos de resistencia los alumnos se rindieron.
Murió dos días después de caer de su caballo en un infortunado accidente, en Montevideo, el 15 de abril de 1797.

sábado, marzo 03, 2007

Los nombres de las calles IX
1º Ed. Virreinal
"Los últimos serán los primeros"

Virrey Olaguer y Feliú
Antonio de Olaguer y Feliú fue gobernador de Montevideo entre el 2 de agosto de 1790 y el 11 de febrero de 1797 y posteriormente fue designado sexto Virrey del Río de la Plata el 2 de mayo de 1797, cargo que ocupó hasta el 14 de mayo de 1799.
Nació en Villafranca del Bierzo, León. Fue enviado a Buenos Aires durante la gobernación de Pedro de Cevallos como especialista militar y participó en el sitio de Colonia del Sacramento en 1777. Fue nombrado inspector militar en 1783.
Durante su mandato tuvo que enfrentarse a las amenazas de las fuerzas británicas y portuguesas en la región del Plata y el incipiente clima revolucionario inspirado en la Revolución francesa. En el ámbito económico, autorizó la entrada de buques extranjeros y neutrales al puerto de Buenos Aires para estimular las actividades comerciales del virreinato que estaban comenzando a sufrir los efectos negativos de las tensiones crecientes entre las potencias europeas.
De regreso a España fue nombrado secretario de guerra por Carlos IV. Murió en Madrid en 1810.



Virrey Avilés
Gabriel Miguel José Antonio Benedicto Ignacio Raimundo de Avilés y del Fierro, tal su nombre completo, fue el séptimo Virrey del Río de la Plata entre 1799 y 1801. Gobernador de Chile entre 1796 y 1799. Virrey del Perú entre 1801 y 1806.
Se casó con la ilustre dama peruana Mercedes del Risco y Ciudad, mujer de gran bondad y modelo de entrega a los demás que pasó a la Historia como "la santa virreina".
Eliminó las encomiendas de los indios guaraníes y les entregó (una pequeña parte de) sus tierras en propiedad. Inauguró la Escuela de Náutica.



Virrey del Pino
Joaquín del Pino Sánchez de Rojas Romero y Negrete Baena fue un ingeniero militar y político español, que ocupó varios cargos importantes en la administración colonial de América.
A los 18 años ingresó como cadete al Regimiento fijo de Orán. Ya suboficial, estudió matemáticas y en febrero de 1752 se trasladó al cuerpo de ingenieros. Ese mismo año colaboró con el trazado de mapas del Ampurdán para la realización de fortificaciones y carreteras. En 1753 le fue encargada la supervisión de las fortificaciones del castillo de Montjuic en Barcelona.
Aún trabajaba en ellas cuando en 1760 fue ascendido al grado de capitán; en 1762, ante la suspensión de las obras, fue destinado a la reparación de las baterías de la costa de Castilla en la guerra con Portugal. Al año siguiente contraería matrimonio con María Ignacia Rameri, natural de San Sebastián. En 1769 volvió a ser destinado a trabajos cartográficos, colaborando con los franceses en el levantamiento de los mapas militares de Aldudes, entre Navarra y Francia. Ascendido a teniente coronel al año siguiente, fue enviado a Montevideo a solicitud del Juan José de Vértiz y Salcedo en 1771 para reparar los baluartes de la ciudadela; permanecería en América hasta su muerte.
Fue gobernador de Montevideo entre 1776 y 1790, presidente de la Audiencia de Chile entre esta última fecha y 1795 y de la de Charcas entre el '95 y 1800, cuando fue nombrado octavo Virrey del Río de la Plata.
Gobernante ilustrado, pero fiel a la metrópoli, llevó a cabo numerosas obras públicas, entre ellas la ampliación del puerto, la construcción de la Recova de Buenos Aires —encargada a Juan Bautista Segismundo, que más tarde sería autor también de la iglesia del Convento de San Lorenzo— y una administración eficiente; promovió la construcción de hornos de ladrillo y la erección de astilleros en Corrientes y Asunción, para sustituir a los bajeles extranjeros, a los que prohibió desembarcar, acabando temporalmente con la exportación de cueros en crudo común hasta ese momento. Limitó también la circulación de extranjeros, temiendo la implantación de las ideas republicanas de la Revolución Francesa, y clausuró el primer periódico aparecido en Buenos Aires, El Telégrafo Mercantil (1801).
Dio en 1801 las primeras tareas de responsabilidad a Santiago de Liniers nombrándolo gobernador de Misiones. Éste pretendió aprovechar la coyuntura para recuperar los Siete Pueblos de las Misiones Orientales invadidas por los portugueses del Brasil desde comienzos del año, tomando la guerra luso-hispana como excusa; del Pino, sin embargo, no le facilitó los pertrechos necesarios, y la pérdida de las misiones del Guayrá sería ya irremisible. El 6 de julio de 1802 sería relevado de sus funciones por ello, nombrándose en su reemplazo a Antonio Amar, pero el relevo se suspendió en atención a su edad.
Ya septuagenario, cayó enfermo en abril de 1804, y murió diez días más tarde, dejando designado a Rafael de Sobremonte como su sucesor. Pocos años después su hija Juana del Pino contraería matrimonio con el futuro presidente(?) Bernardino Rivadavia.



Sobremonte
Rafael de Sobremonte Núñez Castillo Angulo Bullón Ramírez de Arellano, III Marqués de Sobremonte, y noveno Virrey del Río de la Plata, había nacido en el seno de una distinguida familia española en Sevilla, el 27 de noviembre de 1745. Sus padres fueron el marqués don Raimundo de Sobremonte, militar y magistrado, caballero de la Orden de Carlos III y oidor de la audiencia de Sevilla, y doña María Angela Núñez Angulo y Ramírez de Arellano. Por cierto, algún grado de repulsa general lo ha convertido en el único virrey sin calle.
A los catorce años de edad ingresó como cadete en el Regimiento de las Reales Guardias Españolas iniciando una ascendente carrera militar. Años más tarde logró ser designado Secretario del Río de la Plata, con el grado de teniente coronel, en la época del virrey Vértiz (1779). Luego durante más de 15 años, fue Gobernador-intendente de Córdoba, demostrando sobresalientes aptitudes como administrador. En Abril de 1804 sucedió en calidad de Virrey al mariscal del Pino.
Durante las Invasiones inglesas el virrey Sobremonte huyó de Buenos Aires, y luego de la Reconquista, el pueblo impidió que reasumiera el mando de la ciudad. El Cabildo Abierto del 14 de Agosto de 1806 nombró a Santiago de Liniers jefe militar de la plaza. Sobremonte permaneció en el Río de la Plata hasta 1809, cuando decidió regresar a España. Allí, fue sometido a un consejo de guerra que lo absolvió, tras un proceso que sus adversarios calificaron de parcial, afirmando que en él se invalidaron los pocos testimonios en su contra presentados por quienes tenían conocimiento casual del juicio. Este proceso se realizó en Cádiz, durante la primera quincena del año 1813, actuando un consejo de guerra constituido por varios generales, bajo la presidencia del Capitán General de la provincia, don Cayetano Valdez. En realidad el virrey más que cobarde fue inoperante. Cuando se dio cuenta que había metido la pata hasta el cuadril, rajó con los caudales y ordenó no resistir y retirarse a Córdoba para organizar la reconquista desde el interior, lo cual también le fue propuesto a Belgrano años más tarde cuando al mando del Ejército del Norte desobedeció y enfrentó a los realistas en Tucumán y, casi por milagro, detubo su avance.
En otro plano, Sobremonte estuvo casado con una dama argentina: Doña Juana María de Larrazábal. Después de enviudar, se desposó en segundas nupcias, a los 75 años, con doña María Teresa Millán y Marlos, viuda de un sobrino de Baltasar Hidalgo de Cisneros, el último virrey del Río de la Plata. La historia ha dejado documentada la oposición que este matrimonio tardío tuvo entre sus familiares.



Virrey Liniers
Santiago de Liniers se vio beneficiado por el tercer Pacto de Familia (1761), que permitió a los franceses participar en las empresas militares españolas en igualdad de derechos y obligaciones que los españoles. Recibió formación militar y naval en la Orden de Malta y luego la continuó en España. En 1774 prestó servicios para la corona española, como guardiamarina en Cádiz. Acompañó a Pedro de Ceballos en 1776 al Río de la Plata, regresando a Buenos Aires en 1789, como capitán de puertos. Fue gobernador político y militar de Misiones.
En 1806, durante la primera invasión inglesa, tenía a su cargo resguardar el puerto de Ensenada de Barragán a fin de evitar el desembarco de las tropas británicas, misión que no logró cumplir. Frente al hecho de la toma de Buenos Aires por parte de los británicos y la huída a Córdoba del Virrey Sobremonte, Liniers abandonó su posición en Ensenada y cruzó el río de la Plata con el fin de organizar tropas para emprender la reconquista de la ciudad. Desde la Banda Oriental, y con la ayuda de Pascual Ruiz Huidobro, gobernador de Montevideo, Liniers organizó un ejército que partió hacia Buenos Aires, cruzando por el Tigre, y fue sumando en el camino miles de pobladores que se integraron como milicianos. Derrotado el ejército británico, el jefe de los invasores, William Carr Beresford, se rindió ante Liniers entregándole su sable.
Luego de la reconquista de Buenos Aires, Liniers fue considerado como un héroe por la población de Buenos Aires, y en un acto inédito, elegido por voto popular de los vecinos de Buenos Aires como virrey provisorio del Río de la Plata. El acto es un antecedente directo del movimiento de independencia hispanoamericana. Al año siguiente el rey lo confirmó como décimo Virrey del Río de la Plata.
Durante su virreinato se le acusó de nepotismo, cohecho y peculado(vah, era coimero, vendía los cargos y ponía a parientes y amigos a lucrar en puestos públicos, aunque no fue tan adelantado como para nombrar "ñoquis"), y la clase alta se mostró escandalizada por su romance con la bella mauriciana de origen francés de apellido Perichon y apodada La Perichona. Estas circunstancias y el hecho de ser francés en pleno período de Guerras Napoleónicas llevó a que la Junta Central en nombre del rey Fernando VII lo removiera a fines de 1808 y a reemplazarlo por Baltasar Hidalgo de Cisneros. Sin embargo recibió de la corona española, para él y sus descendientes el título de Conde de Buenos Aires.
En 1810 se radicó en Alta Gracia, provincia de Córdoba y allí se enfrentó militarmente a la Revolución de Mayo.



Virrey Cisneros
El "sordo" Baltasar Hidalgo de Cisneros, (Cartagena, 1755 - id. 1829) era un marino español. En 1770 ingresó a la carrera naval y en 1805 participó contra los ingleses en la Batalla de Trafalgar, resultando ser uno de los marinos españoles más destacados que participaron en ella, que ostentaba además el rango de general y jefe de escuadra y que enarboló su insignia en el navío Santísima Trinidad, que era el barco mayor de todos los que participaron en la batalla y que protagonizó uno de los episodios más intensos.
Nombrado por la Junta Central de Sevilla, asumió el cargo de virrey ( fue el último, claro) en 1809 en reemplazo de Santiago de Liniers, en medio del descontento de los criollos debido que para entonces la Junta Central se había disuelto y sólo existía un Consejo de Regencia que aguantaba como podía en una islita frente a Cádiz la ocupación de España por las fuerzas de Napoleón Bonaparte. El 22 de mayo de 1810, convocó a un Cabildo Abierto para tratar de arreglar lo que ahora llaman los periodistas la "gobernabilidad". Intentó ser presidente de la nueva Junta que se formaría, pero ante el rechazo por parte de los jefes militares (Cornelio Judas Saavedra, coronel del regimiento de Patricios fundamentalmente), el 25 de mayo debió presentar su renuncia. Por decisión de la Primera Junta regresó a España (vah, lo subieron al primer barco que encontraron y le dijeron: si volvé te vamo a hacé´cagá´! eh, puto! volá!).

La Reina del Plata vista por un pájaro(n)

Hace un tiempo tuve la oportunidad de viajar al sur en avión en un día maravilloso (lo que algunos llamaríamos "un día peronista")...