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sábado, junio 06, 2009

Nuevos Paquetes Turísticos: Empedrados de Baires 4 noches 3 días

PAQUETE 1: BUENOS AIRES SAUVAGE (Adventure & Madness suicide escapes and speedy foolish travels)
Programa

Noche 1: Arribo a Ezeiza (00:00 AM). Recepción por uno de nuestros guías (natural de La Matanza) y traslado en el último servicio del bus (bondibus) Línea 86 hasta la Estación Querandí (y vamos tomando sabor de la tierra desde la nomenclatura de sus parajes) en las inmediaciones de Laferrere, Vía autopista Ricchieri. Trasbordo a una formación del Ferrocarril Belgrano Sur (ex Metropolitano, ex Midland), clase única (clase baja marginal) y recorrido nocturno por el trayecto Aldo Bonzi-Valentín Alsina (se munirá a los sres. turistas de preservativos, instrucciones sobre el "just relax and enjoy" y una escopeta 12/70 recortada con munición de acero -10 cartuchos por viajero-, por todo lo cual será firmado el correspondiente recibo). Parada de 20 minutos en la sorpresa/recepción de Empedrados Stunt Master Travels: el convoy se detiene a las 02:00 AM en la Estación Villa Fiorito. Villa-Tour,
recorriendo (en companía de 6 patrullas de la regional de Lomas) todos los hitos históricos donde ha quedado la impronta de Diego "el más grande" Armando Maradona; la canchita, la casilla, los "pibes" del barrio (los que están sueltos bajo palabra); reanudándose la marcha a través de Villa Caraza y Villa Diamante, para arribar bajo el Puente Uriburu (Valentín Alsina),
justo al romper el amanecer por sobre las estremecedoras obscuras siluetas de las fábricas muertas: la Acería de Fabricaciones Militares, la TAMET y muchas otras. Abordaje de un coche de la línea 112 en Puente Alsina (con ese sabor a tango desde que de un zarpazo la avenida lo alcanzó) que, tras moler los huesos de los viajeros por sus elásticos y suspénsión rotos, los deposita -un poco ya porteños si se quiere- en las cercanías de la Estación Angel Gallardo del Subte B, hacia las 08:00 AM, debiendo intentar los visitantes, transladarse hasta la Estación Florida introduciendo el el scrum de abordaje en hora pico, la totalidad del equipaje y lograr descender vestidos y sin haber sufrido ausencia de pertenencias, para caminar unas 9 cuadras (1,18 km = 0,7 milles aprox.) hasta el Howard Jhonson. Arribo, alojamiento y descanso.

Día 1: Almuerzo a las 13:00 PM y a las 14:00 salida para La Boca - Docke Hard Emotions Excursion. Caminata bajando Plaza San Martín, para abordar el bondibus 29, hasta Pedro de Mendoza y Almirante Brown. Cruce en típico bote a remos
del "Riachuelo"; contemplación de la catástrofe ecológica y degustación odorífica de sus metales pesados, materias fecales, sólidos en suspensión,
derivados del petróleo y de los vaciaderos de tripas de los alrededores. Desembarco en Dock Sud para safari futbolístico: ubicaciones preferenciales en los tablones de la cancha de San Telmo (tribuna a elección) para disfrutar del clásico San Telmo - Dock Sud
(se proveerá a los viajeros de botellas plásticas para la orina, manoplas, 3 Tetra Brick de Rojo Trapal caliente, 6 porros por cabeza y camisetas de su preferencia, para disfrutar junto a los nativos de las emociones del match. Finalizado el encuentro, revisión sanitaria en la salita de primeros auxilios de los monoblocks; si no hay nada grave, paseo en Unimog de Prefectura por la "calle de los Astilleros", contemplación de las "casas de citas", transformadores de PCV y gaseos clandestinos de las plantas de craqueo de Shell (acompañará a los pasajeros una patrulla de 3 infantes munidos de armas largas y se les proveerá de protección ABQ y chaleco blindado de Kevlar). 20:00 hs. retorno atravesando el Puente Nicolás Avellaneda (escalándolo porque sus escaleras mecánicas enmudecieron hace años), contemplación en altura de la noche que se adueña de La Reina del Plata.
Souvenires: tienda de substancias narcóticas e insumos en el descanso del lado de provincia. Retorno al hotel en taxi trucho con "piripipí", valor USD 100,00, según reloj cucú. Baño Químico. Cena.

Noche 2: en Chevy SS Coupé 250 de Cacho Rent a Car, concurrencia a Terremoto Bailable (23:00 PM) en el Barrio de Once, donde en la noche homenaje al líder del grupo "9 milímetros" (recientemente abatido en un enfrentamiento en un super chino), tocan diversas bandas de Villa Itatí y el Pozo de Wilde, tierras que vieron nacer la efímera carrera del líder bailantero. Se munirá a los turistas de ropa para la ocasión, vales para 70 consumisiones y un Smith & Wesson .38 especial caño largo cada dos mayores, con 12 proyectiles por arma. 03:00 AM, abandono del local nocturno (por las buenas o las malas) y desplazamiento con la coupé hasta el barrío de Soldati para correr picadas ilegales hasta las 06:00 AM, donde previo chequeo en el Htal. Piñeyro, se devolverá al representante del receptivo lo que quede del vehículo de la GM y serán conducidos hasta el Barrio del Abasto, para que luego de una caminata romántica por el Argentine Genuine Bronx, saboreen un riquísimo desayuno de Ceviche y Pisco en el local de comidas/free-locutorio del peruano parlanchín (se vacunará a los visitantes contra el cólera, la disentería y los bacilocolis). Retorno al Hotel, cambio de muda de harapos, descanso.

Día 2: Almuerzo al aire libre: 13:00 visita a carrito de Costanera Norte, degustación de los típicos Chori y Morcipan, bautizados con agua del Río de la Plata y adobados con Salmuera Te espero en el cólon y auténtico chimichurri Qué lo Parió!. Translado a Retiro en el trocha angosta de Ferrovías y evacuación de intestino en los baños de la estación. 16:00 caminata por la 9 de Julio hasta el edificio del Ministerio de Obras Públicas, contemplación del arribo de 200 micros con activistas de la agrupación clasista y combativa del ala dura de los piqueteros. 18:00 Exitante participación activa del corte del cruce de 9 de Julio y Avenida de Mayo e intento de avance hacia la Casa Rosada (los viajeros, previa presentación de su voucher, serán provistos de máscaras antigas lacrimógeno y vomitivo, casco, palo, bufanda de intifada, pañuelo tapa rostro, cascotes y pasamontañas); deportivo encuentro con las fuerzas de seguridad de la Guardia de Infantería de la Policía Federal, que pintaron fair play en el parabrisas roto de su carro de asalto con la sangre de sus últimos "demorados". 19:00-21:00 PM visita a la sala de urgencias del Htal. Cosme Argerich.

Noche 3: 22:00 Cena en la "perrera" de la Seccional 24° junto a dos violetas, un morfinómano en abstinencia y tres trabas de 1,85 mts y 90 kilos por barba. 24:00 visita del abogado de la agencia y tras fianza de USD 1.000.- recupero de libertad. 02:00 concurrencia a la despedida de libertad condicional del Senior Dealer de Fuerte Apache en el nudo ocho del complejo; menú fijo: Asado de cuero de Ortiva y Postre para el Perejil (que se quedó con el BMW sin nafta, en el centro del complejo).
04:00 AM Fiesta de fuegos artificiales (contra la bonaerense) y cierre de velada jugando a la mancha venenosa con el Grupo Halcón.
Transfer sin cargo (en celular), hasta la Unidad Penitenciaria N°9, en la tranquila localidad de Lisandro Olmos (60 Km -42 Milles). Ducha de agua a 70 Bar, descanso en solitario (litera "lecho de piedra").

Día 3: 08:00 AM Translado interno y Sexual Adventure Trip en el Pabellón de los Sodomitas de los últimos días (o ¡A fifar que se acaba
el mundo!): condones, cicatrizante, pomada Manzan y Espadol a cargo de los turistas. 12:00 PM Comida en ranchada, sección de tatoo (el cinco de los huesitos) y piercing (20 puntazos de faca) por cabeza y por viajero. 14:00 PM Fuga en el tunel VIP, junto a un celebrity vernáculo (La Garza Sosa) y sus Doce Apóstoles (previo pago de USD 10.000.- de peaje y seguridad). 15:00 Retorno hacia el Hotel en camión de ganado (taxes free). Ducha y Autoclave.

Noche 4: 19:00 Salida hacia la segunda bandeja de la bombonera para el Soccer Bloody Party, en el marco del Superclásico del fútbol argentino. Ubicación preferencial, bien cerca de la Barra de la "12", al lado de la bandera que proclama "Budge es de Boca". 21:00 hs. arribo al estadio con el pitazo inicial. Cada turista será provisto de una vistosa casaca Adidas original del Club Atlético River Plate, gorro de goma blanca con simpática cresta de gallo roja, Manual de Salmos de "Los Borrachos del Tablón", con cánticos dedicados a la alabanza de las cualidades del Club Atlético Boca juniors y llevará, en comodato o leasing. un simpático cerdo de 180 kilos, con la camiseta de Boca, correa y bozal.
21:01 Linchamiento Público con transmisión por TV satelital. 22:00 hs. Participación en el Reality Show Emergencias 24 hs. de la productora "Enemol", con filmación en vivo de la colocación de las vías y accesorios para respiración asistida, sonda nasogástrica con drenaje de pus, cirugía de urgencia para el implante de ano contranatura y colocación de bolsa de colostomía, yesos y tres intentos de desfibrilación sin cargo a 270 joule la chance (todo cortesía Assist Medical Insurance Inc., quien proveerá batas o talegos con su logo). 02:00 AM Orden judicial de deportación y translado a Aeropuerto Ministro Pistarini en unidades de alta complejidad. 0:4:00 AM Partida en vuelo sanitario.

lunes, septiembre 04, 2006

Rituales mínimos (cuando Buenos Aires tiene ese no se qué...)


Buenos Aires es una ciudad de eucaliptus. Sí, arbol imponente si los hay, la ciudad es pródiga en espacios verdes donde se los a arraigado. Todavía hoy muchos porteños hacia fines del otoño y principios del invierno, conservan un ritual inocente, gratuito y gratificante: en parques, plazas o bosques, grandes y chicos se entregan a la recolección de los "coquitos", el aromático trompito fruto de estos gigantes que llena bolsillos y bolsitas de los que mantienen una costumbre de varias generaciones. Parque Avellaneda (foto), Parque Lezama, los bosques de Palermo, Ezeiza, Pereyra Iraola, el Parque de la Ancianidad, la Plaza Arenales, las calles de Castelar, Banfield, San fernando o San Miguel; todos escenarios de la pagana recolección. El paseo, la caminata entre los imponentes troncos que mudan su rústica corteza hasta volverse tersos de blanca lisura, la recolección que nos llena de hojarasca y tierrillas, la clasificación de los mejores ejemplares (que no estén abiertos, podridos, aquellos aún verdes por arriba y blanqueaditos como por cal por debajo)... Luego en casa, los chicos divertidos miran como hierve el agua en el cacharro donde será depositado el perfumado botín. En mi hijo me remonto a mi propia niñez, cuando bullía el agua y se desprendía el bienhechor vapor de la lechera de aluminio que mi abuela apoyaba sobre la estufa Simplex que abrasaba a sus admiradores (perro y gato de turno) alimentada por la peligrosa manguera de gas. O en la fogarata de ramas en el fondo o en el terrenito baldío... Los inviernos porteños aún tienen casas con fragancia a vahos de eucaliptus, esos que hacen más agradable el encierro en los días fríos e inclementes y abrigan a las almas que se reconfortan en la añoranza.

miércoles, agosto 30, 2006

Descentralización, centralización, comunas, intendencias, capital, provincia... (Construyendo Belindia: División Política)

Verdaderamentre, a mí, todas estas divisiones y subdivisiones administrativas de nuestra ciudad me preocupan sobremanera. El proyecto de partición en comunas o pequeños "gobiernos" al área que administrativamente corresponde al gobierno de la ciudad - la Capital -, no es nuevo; pero fue pensado, con todos los beneficios que reportaba para la mejor asignación de recursos, en base a una defensa más directa de los intereses barriales desde la voz de cada rincón del distrito, fundamentalmente con arreglo a resistirse a la arbitrariedad crónica con que, de acuerdo a los intereses políticos o de cometa, la otrora municipalidad de la ciudad (con un titular puesto por el presidente de turno de la Nación) despojaba a los vecinos, cometiendo todo tipo de irregularidades, tropelías, maniobras fraudulentas, avasallamiento del espacio público y el patrimonio cultural, todo lo imaginable... baste mencionar dos nombres indisolublemente asociados al paradigma de la prevenda y la corrupción: Carlitos Grosso y Topadora Domínguez.

La situación socioeconómica post-crisis; el cataclismo sufrido por el conjunto de la ciudadanía, con énfasis en los más necesitados, pero generando urgencias también entre los beneficiados por la brutal situación de desigualdad(por el malvivir que el miedo, la fobia y el estado de agresión marginal y destrucción del hábitat idílico que debería acompañar a esa situación de privilegio).

Esta optimización de la gestión administrativa de ayer, es la que proveerá a los nuevos ghettos de hoy como un cruel dibujo del mapa de la iniquidad despiadada de nuestra sociedad; donde se sigue envenenando a las generaciones venideras con la peor mezcla de ponzoñas: desidia, resentimiento, impotencia, ignorancia. El hábito del rebusque; el cirujeo; la promiscuidad de vivir en la calle; la desvergüenza a limosnear; la justificación al delito como salida; la ignominiosa conducta de iglesia y reaccionarios a la educación sexual y a la libertad de conciencias, que sembraran las calles de más niños silvestres, hombres sin familia ni pasado, con un futuro que se agota en el minuto siguiente; la pérdida de la digna disciplina del trabajo, el entusiasmo del deporte, la flama creativa del arte; la sensación de fútil imbecilidad por el apego a las reglas y conductas que motorizan una sociedad responsable, alentada desde las mismas autoridades donde el término gris es algo más que un color, es la opacidad de principios, motivaciones, escrúpulos, reflejos y acciones...

En unos días, el municipio de Pilar resolverá si seguirá atendiendo gratuitamente en sus centros de salud a gentes no residentes en el partido, o cobrará un bono: la mejor forma de desalentar a la paupérrima multitud que se acerca de José C. Paz, Malvinas Argentinas o San Miguel, por ejemplo.

Claro, ahora es un municipio que administra las contribuciones de los ghettos ricos que se asentaron a prudente distancia de la chusma citadina.

Me traen a la memoria las propuestas de Macri en su campaña por la jefatura de Capital, para contener la masa de habitantes (¿habrá querido decir "aluvión zoológico"?) de la provincia de los punteros y el despojo, que se atienden dentro del ámbito de la salud del gobierno porteño, o que viven de los desperdicios de la exhuberancia de gran parte de la capital y "afean" las calles con carromatos, ropas raídas y falta de conducta higiénica... ¿En qué había pensado? ¿Un muro con alambradas en la Gral. Paz?; ¿cocodrilos mutantes en el Riachuelo?; ¿Puentes levadizos y aceites movedizos que tragarían a los más osados? No se vaya a pensar en educar e igualar las oportunidades: a ver si nos quedamos sin escusas... y sin privilegios.

¿Alguien advirtió que somos una unidad urbana? Una moderna polis donde las comunas tienen límites que la dinámica comunidad ignora.

Vivir tratando de ignorar la obsena desigualdad que se ha instalado entre nosotros, es poco digerible y menos disimulable

¿Se tenderá entonces la mano fraternal, para que nuestros hijos no nos hagan preguntas incómodas que un par de generaciones miserables no pueden contestar?¿O se levantarán los muros?


Mal que les pese a muchos habitamos espacios comunes, nos envuelve una realidad hitórico geográfica y la ciudad de la furia se solaza en revolver el cubilete... ingentes cantidades de pacientes en hospitales capitalinos que vienen de la provincia saqueada, hospitales donde no hay presupuestos ni cooperadoras que alcancen a mitigar tanta desesperación y abandono; enormes contingentes de obreros, contratistas y profesionales que a diario concurren a empresas que solo se pueden radicar en la provincia, donde el espacio es más grande y las leyes más laxas; universidades que acogen en sus claustros alumnos de uno u otro lado de la "frontera": porteños en Lomas de Zamora, La Matanza, Tres de Febrero, bonaerenses en la las aulas de la capital, casas de estudios con anexos a uno y otro lado de la línea; los espacios públicos parques y paseos de la capital poblados de bonaerenses, los bosques de Ezeiza, el Tigre, el Parque Pereyra Iraola inundados de porteños; hinchadas en Nuñez, hinchadas en Avellaneda; hinchadas en Liniers, hinchadas en San Martín; boliches en Once, Palermo, Flores, boliches en Ramos, San Isidro, San justo, Banfield o Quilmes; porteños que salen de las sucursales del banco Provincia con sus créditos; trenes y bondis que quiebran los límites; fin de semana porteño en suelo bonaerense, oficinistas del conurbano en Catalinas Norte... ¿Cómo viviremos en Capital? ¿Haremos otro autódromo en Palermo? ¿Tendremos parques de pobres y ricos, a menera del Parque Sur y el Parque Norte? ¿Agudizaremos la estratificación escolar?: clase media, clase obrera o desocupados; hijos de inmigrantes... es tiempo de sacarnos las caretas:2.5 millones de tipos que se pueden bancar una prepaga (poco menos de 5 millones de personas a nivel grupo familiar); 5 o 6 millones de personas con trabajo informal; una masa de 20 a 25 millones de integrantes de familias sin cobertura médica sindical o privada, bajo el débil amparo de la salud pública y unos 8 millones de habitantes en condiciones de pauperización extrema o marginalidad, alejados de todo centro de salud, de todo acceso a las medicinas (ni siquiera del plan "Remediar"), de todo acceso a la educación para defenderse en pos de una vida digna... tómese este cóctel nacional, divídase por tres y transpólese a nuestra megalópolis: Partidos de la provincia con 50% de deserción escolar primaria y 75% de deserción en el nivel medio; niveles de analfabetismo, semianalfabetismo y mortalidad infantil, comparables a los de ciertos países africanos, asiáticos o centroamericanos en innumerables barrios del conurbano...


Si esto avanza, algunos creerán haber ganado; pero todos habremos perdido la libertad y la hermosa experiencia de la diversidad.

martes, agosto 29, 2006

Bajo la piel de Cipriano (corriendo por los andenes)

Conocí a Arlt a los 14. Sí, una osada maestra de Castellano se animó a instigar a una pandilla de cultores del mameluco y los fierros de un industrial a representar La isla desierta. Por algún extraño sino, me tocó en suerte el papel del negro Cipriano (aunque no soy Brad Pitt, había otros candidatos a los que se les había quemado el moisés; pero ya demostró el Dr. Alberto Castillo que para bailar y cantar el candombe no hace falta ser de ningún color), aquel maestranza mulato que afiebró las mentes alienadas de los que se animaron a volar por los ventanales hacia el río, los buques y sus sueños de libertad.
Debo reconocer que sin noción de nuestro histrionismo o dotes actorales y, para hallarnos en un ámbito más cercano a Tiempos Modernos de Chaplin que al de La Tregua de Renán, los personajes se nos colaron en la piel y la representación fue un éxito. Nunca más actué. Sin embargo, la batalla de aquel mulato por buscar esas fisuras en el sistema que nos permitan disputar la libertad, aquellas de las que habló Michael De Certeau, siguieron aguzándome el alma inquieta siempre atenta para huir de las garras de la ciudad de la furia...
Desde entonces, cada tanto, me acerqué a las dársenas, me acodé en la terraza de aeroparque, o corrí con la vista las luces de micros y camiones que abandonan la ciudad. Sigo buscando mi lugar mientras la ciudad en su telaraña de mundos simulados me distrae cotidianamente. Para no olvidar que el horizonte quiebra al cemento, cuando paso cierto tiempo sin viajar me acerco a cualquier andén, casi siempre al atardecer; no importa de dónde venga, no importa a donde tenga que ir: importa hacia dónde me transportan las cintas de metal, a qué rincón huyen mi melancolía y mis sueños, colgados del último vagón...
Sentado en la vieja estación de estilo inglés me embriaga el aroma de los eucaliptus. Aguardo en un silencio que no quiebran ni las aves en su reposo. Suenan las barreras y distante se acerca ese tren de foco potente, que se detendrá unos minutos en las mismas vías por donde corrió el último El Libertador, que nos llevó a la hermosa tierra cuyana allá por febrero del '91. Nimio lapso de quietud; un silbato; una sirena que gime profundamente desde lo mas bajo; sordos ruidos de tirones de cadenas, de fatigas de durmientes y compases de metal... cla clan, cla clan... cla clan, cla clan. La formación acelera y se aleja de la grava del andén; el Cipriano que aún vive en mí suelta sus sueños y los despide con una sonrisa hasta que cansado se incorpora y camina en espera de los nuevos sueños, esos que partirán tal vez mañana, esos que le permiten seguir viviendo...

Semblanza de un periodista porteño

No se pierdan este post del COMANDO NORMA ALEANDRO, semblante de Jorge Goettling.

martes, agosto 22, 2006

Crónicas Insólitas III (Whisky Romeo Zulu)


Boeing matrícula LV-WRZ fotografiado en el aeropuerto Alte. Zar de Trelew, antes de ser abordado por quien narra con destino a Capital Federal; atardecer del 21 de diciembre de 1997

INFORME FINAL DE LA JUNTA DE INVESTIGACIONES DE ACCIDENTES DE AVICION CIVIL (CLIC ACA)


Léase y confróntese con el informe oficial: créase o no
Aeroparque Jorge Newbery, 31 de Agosto de 1999. El Boeing 737-200 matrícula LV-WRZ de Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA) se prepara a decolar hacia el Aeropuerto Internacional de Pajas Blancas, en la ciudad de Córdoba cumpliendo el vuelo n°3142.
Son aproximadamente las 20.50 de la noche de un día laborable; a esta hora el tránsito de cabotaje en el aeropuerto enclavado junto al río, en el barrio de Palermo, es intenso. Un buen número de aeronaves hacen fila india hacia la cabecera de la única pista de la aeroestación para decolar, mientras que cualquier observador de la zona puede observar el carrousel de luces que, en el aire forman las máquinas que esperan turno para conseguir autorización de aterrizaje entre despegue y despegue.
El aeroparque de la ciudad de Buenos Aires, desde el que se producen hasta doscientos movimientos diarios de aviones, es en realidad una base de la Fuerza Aérea Argentina, que desde hace mucho tiempo prestó las instalaciones para el movimiento doméstico de vuelos (además de múltiples servicios a países limítrofes, en particular, todos los vuelos regulares al Uruguay). Además de poseer una única pista de unos 2.700mts., cuando tanto la base aérea de El Palomar, como la de Morón (en desuso) tienen longitudes superiores, los corredores de aproximación a la cabecera norte o sur pasan sobre enormes concentraciones edilicias de ejido urbano de la ciudad: los vuelos que inician su aproximación final desde Tigre, pasan por sobre una línea imaginaria que sobrevuela la trayectoria de Panamericana-Cabildo-Libertador (piensen los edificios de Olivos- Vicente López) en provincia y, ya a muy baja cota sobre la capital, sobrevuelan casi en la “final” de aterrizaje a la Autopista Cantilo; la Ciudad Universitaria; el Estadio de River Plate (un gracioso, que no volvió a sentarse en un comando, lo sobrevoló casi rozándolo con un MD-83 de Aerolíneas Argentinas, el 5 de septiembre de 1993, mientras Argentina se comía la famosa goleada por 0 -5 contra Colombia, ante unos 70.000 espectadores);



rozando además Parque Norte, Tierra Santa; los Carritos de la Costanera (hoy todos suntuosos restaurantes); o sea, sitios de concentración de miles y miles de personas; por el sur no es menos traumático el corredor: sobrevuelo de Puerto Madero con sus torres de más de cincuenta pisos de altura; Retiro, por sobre los pobladísimos tribunales de Comodoro Py y Av. de los Inmigrantes; el Edificio Libertad y el Cóndor (comando en jefe de la Armada y la Fuerza Aérea respectivamente) y todas las arterias de Puerto Nuevo, congestionadas de micros de la estación terminal, camiones, líneas de colectivos, tránsito infernal y todas las instalaciones portuarias (usinas eléctricas incluidas). Todas estas desventajas y riesgos tienen un argumento contra los alarmistas y una fuerte explicación para el emplazamiento: el argumento, es el punto de fuga que el ancho Río de la Plata supone para una aeronave en emergencia y la explicación es la ventajosa e inmejorable ubicación de la terminal de cabotaje, a escasos minutos del centro de la ciudad y de fácil y rápido acceso para la mayoría de sus habitantes. Este aeroparque, como los de Guarulhos o Congonhas en San Pablo (en el primero de los cuales tuvo su propia tragedia TAM -Transportes Aéreos del Mercosur-), son sumamente criticados por sus emplazamientos al interior del núcleo urbano de estas megalópolis, tal como ocurre en muchos otros puntos del mundo. Ocurre que, tal como pasó con el aeropuerto La Guardia enclavado en el barrio de Queens en Nueva York, con el paso de los años, no solo la ciudad envolvió lo que eran zonas relativamente perisféricas, sino que se intensificó el uso del medio de transporte aéreo en forma exponencial, aumentando a su vez el tamaño y peso de los aviones, incrementando distancias de despegue, frenado, etc.


Sin embargo, no influyó este factor en lo que iba a acontecer en esta aciaga noche, al menos en cuanto a la posibilidad de evitar que se produzcan los terribles acontecimientos que relataremos y seguramente conocen. Tampoco influyó que el 737 fuese un aparato de 29 años de antigüedad con 67.000 horas de vuelo, ni que la empresa que conducía Gustavo Deustch le hiciera “recorridas de inspección” cada 2.000 o 2.500 horas de vuelo, en lugar de las 1.000 aconsejadas por los manuales. El avión había tenido una parada de casi un mes hacía unos sesenta días (mayo-junio de 1999), para un mantenimiento importante, aunque parcial, en los talleres de Varig en Brasil (y Boeing aconseja recorrida e inspección con mantenimiento general a las 75.000 horas recién); no, el fiel “panzón” o la “chancha” como cariñosamente se conoce en la jerga al diseño de 130 plazas que se convirtió en el avión más fabricado y vendido del mundo, estaba en buenas condiciones, pese a las sospechas fundadas o no por parte de APTA, de mal mantenimiento y tercerización imprudente de la empresa.

A las 20.52 de esa terrible noche, el aparato llegó a la cabecera norte del aeroparque, para hacer la corrida Norte-Sur de despegue y posterior giro sobre el club de pescadores, con 95 pasajeros y 5 tripulantes, dispuestos a arribar a la capital mediterránea en una hora, minutos más o menos. El copiloto Luis Etcheverry, advierte al Comandante Gustavo Weigel sobre una insistente alarma de cabina y, sin que medie sorpresa entre sus interlocutores, estaba también en esos primeros instantes la comisario de abordo el cockpit (cabina de mando), contesta: “no sé que está sonando viejo, pero está todo bien”; dicho esto y obtenida de la torre de control la autorización de despegue, tiraron para atrás de los aceleradores de las dos nobles turbinas Pratt & Whitney. El avión pareció querer devorarse la pista; en pocos segundos llegó a los 80 nudos (144 km/h) y en unos segundos más carretea a 220 km/h; es la velocidad conocida como V1, último momento para abortar el despegue: la alarma sigue sonando. Con total despreocupación siguen hacia adelante y alcanzan V2, o sea, punto de no retorno: hay que despegar sí o sí, no queda pista para frenar. Pero ni piensan en eso y tirando de los comandos hacia sí, intentan el despegue. La máquina bramando a toda potencia se eleva algunos metros, pero vuelve a bajar y rebota una vez sobre la poca pista que queda para seguir rodando; la pista se termina y el fuselaje empieza a impactar contra todo lo que encuentra a su paso: instrumental, luces de fin de pista, radar de tierra, ILS, para finalmente arrasar la azul cerca perimetral del aeroparque a más de 250 km/h... Todo lo que ocurre en los próximos dos segundos está marcado en los dados de hierro del destino. Los milagros: la punta del ala izquierda pasa a diez metros de la gigantesca estación de servicio que algún funcionario corrupto permitió que una petrolera erigiese sobre la Av. Costanera, Rafael Obligado, casi en el punto extremo de la pista y que está repleta de vehículos, personas y combustible; el Boeing arrastrándose sobre su panza (porque a perdido todos los trenes de ruedas), arrasa dos paradas de colectivo que se ubicaban exactamente en la trayectoria del eje longitudinal de la pista: no había nadie esperando; parte exactamente en dos mitades a un Fiat 147 estacionado en la curva de la punta de pista (posiblemente para observar los decolajes, costumbre muy porteña): de la mitad intacta, sale a la vida una pareja, que de rodillas se la ve pasar cada tanto hacia Luján; el semáforo que existe justo en ese punto de la Av. Costanera, se pone en rojo y detiene la marcha rauda (ahí se anda rápido) de no menos de treinta automóviles, casi cien pares de ojos anónimos o no (uno de los autos es el Ford Focus del presentador Juan Gujis del Show del Clío), ven como cruza por delante de ellos la mole de más de treinta y cinco toneladas lanzada a toda velocidad; por último, frente a la entrada de dos arcos del complejo deportivo de Punta Carrasco (Golf, tenis, piletas), densamente poblado de golfistas de after hour, una pesada máquina vial que ha levantado un talud de tierra frente a unas instalaciones de Metrogas, hace de improvisada barricada de contención para el club... La Catástrofe: el avión arrolla dos autos estacionados vacíos, pero también un Chrysler Neon donde un empresario con su secretaria volvía a casa, y los manda a ver a San Pedro con una historia casi ridícula: me pisó un avión; el aparato, con los tanques de combustible repletos, se incrusta contra el movimiento de tierra y la maquinaria; estalla, se quiebra en tres y se consume en un infierno dantesco: hay 67 muertos y un par de decenas de heridos gravísimos, con estigmas en el cuerpo y la mente para el resto de sus vidas. Son las 20.54, el vuelo 3142 ha durado poco más de un minuto y medio; la insistente alarma les avisaba a los pilotos que los flaps (alerones controlados en la parte contraria al borde de ataque de las alas) estaban en posición “0” y no en “0.5”, para ponerlo en criollo, no estaban configurados para el despegue, el avión no tenía un plano de sustentación...

Mientras el ex Capitán de Ingenieros y ex Ministro de Economía Alvaro Alsogaray se frotaba de fruición las manos, pensando en el pingüe negocio de su tan mentada “aeroisla”; mientras se hacían presentes el Jefe de Gobierno De La Rúa y el Presidente Menen (tocate el izquierdo y el derecho) a la zona de la catástrofe, donde aún se consumía el aparato y se derivaba a hospitales a los 33 supervivientes; se empezaba la tarea de recuperación de las “cajas negras” del avión, las que, para perplejidad de los peritos dejarían para la posteridad la frase del Comandante Weigel y los treinta y cinco segundos de alarmas sucesivas que fueron encendiéndose durante la corrida del fallido despegue.

Gustavo Weigel era comandante de 737 desde 1998; pero nunca se acreditó su examen y evaluación por la empresa constructora y autoridades aeronáuticas para pilotar este tipo de máquinas; era obvio que el hombre sabía como volarlas pero la condición de comandante requiere bastante más que eso. De hecho, dos veces fue rechazada su evaluación como piloto de SAAB SF-340, unas modernas aeronaves pequeñas biturbohélices de origen sueco y unas 30 plazas de pasajeros, con las que comenzó a operar LAPA, cuando entre otras empresas del holding figuraba Casa Tía, sí, las tiendas cruza de Día Discount y C&A, que fueron compradas por los supermercados Norte, antes que a su vez estos fuesen fagocitados por Carrefour (lo de siempre en los ’90, ¿no?, concentración primero y transnacionalización después). Meses después de que no se le concediera el brevet de comandante de SAAB, Weigel fue rehabilitado misteriosamente y ascendido; luego pasó a ser copiloto de estos aviones y luego vuelta el burro a la noria. Lo cierto es que las autoridades examinadoras de la Fuerza Aérea habían rechazado al aviador “por deficiencias en crew cordinaton y desconocimiento de la memory list y el checking de procedimientos de emergencia...”, o sea , como se dice en la jerga “volaba solo”, restándole participación al resto de la tripulación, era displicente o no respetaba la memorización de todos los parámetros a controlar ni bien se hace cargo de la cabina y también fallaba al no retener o conocer todos los procedimientos de emergencia... Esto ocurrió en 1994 y en 1996 y en ambas ocasiones, el Jefe de Operaciones de la Aerolínea igualmente lo aprobó (y alguien de la FAA puso el gancho); resultado, el típico “mono con ametralladora”, motivo de tales desiciones: Clarín sacó un artículo, que no fue refutado, en donde se decía que Weigel se había avenido a volar aparatos con serias deficiencias, cuando otros pilotos se negaron, en más de una oportunidad... Cierto esto último o no, el que escribe conoció en 2000 a dos hermanas, una azafata de aerolíneas y la otra de LAPA, ésta última había sido recientemente ascendida a Comisario de abordo y me confesó que, a todos los empleados “fieles”, se los había recompensado bien...

Weigel fue una víctima más de la cadena de responsabilidades que, por intereses de lucro sin costos (como siempre por aquí), no supo limitarlo a la posición de copiloto, para la que se lo había calificado de máxima. Expió sus culpas o errores con su propia vida.
En estos días se está terminando la liquidación de la quiebra de LAPA.
En un ejercicio de investigación periodística, el que suscribe junto a un equipo, hemos querido hablar con colegas de Weigel, algunos conocidos personales, pero fue infructuoso, hay un doble manto de silencio: actitud corporativa de deja vú mal entendida e inocultables advertencias punitivas.
Las actuaciones de la causa, que llegaron a las casi 20.000 fojas, todavía no encarcelaron responsables, pese a notables esfuerzos del magistrado interviniente.

El Aeroparque sigue en su lugar. Aunque lo lógico hubiese sido concentrar inmediatamente todas las operaciones en el Aeropuerto de Ezeiza, que opera con una relativamente baja cantidad de frecuencias, en comparación con otras terminales internacionales, cuenta con tres largas pistas, tres grandes playones, hangares, infraestructura; está ubicado -como Barajas, por ejemplo- a 35 km de la ciudad, lejos de grandes nucleos poblacionales y con acceso por autopista; Aeropuertos Argentina 2000 ya había ganado la licitación... Hoy siguen siendo frecuentes los “despistes”, que en realidad muchas veces es una maniobra cuando el piloto comprende que se queda “sin pista”; una rueda de tren delantero cruzó alegremente rebotando la costanera poco tiempo después y lo único concreto es la inversión edilicia del grupo de Eurnekián. Se habló de un proyecto, un tanto descabellado, de prolongar 700 metros la pista en su cabecera norte, hasta el río por el costado de Punta Carrasco, para lo cual, habría que hacer un paso bajo nivel de la pista a la avenida Obligado y su tránsito... podría ser, pero ¿de qué culo saldrá sangre para los gastos?

Si caminan por la vereda en la curva de la punta de la cabecera norte. si esperan un bondi en la reconstruida parada o si los para el semáforo mientras observan los focos de un avión que carretea hacia ustedes presten atención a dos detalles: el tramo de verja que pese al paso del tiempo se evidencia nuevo y a los carteles de fondo azul, donde la señalética les prevendrá del peligro de arrojar basura en una zona de aceleración de aeronaves...


LOS DATOS CONSIGNADOS EN EL POST SON DE DOMINIO PUBLICO DESDE QUE LOS MEDIOS DIFUNDIERON LAS ACTUACIONES Y DICHOS DEL JUEZ GUSTAVO LITTERAS.

lunes, agosto 21, 2006

Ayer anduve por Tribunales (La ciudad opaca)

Día de diligencias; bah, de diligenciamientos. Como siempre: caminando por la vida; recorriendo más ciudades... de la vuelta de la esquina.
Facultad mañanera. Bisoños compañeros. Renovadas esperanzas; breve lapso de aire fresco. ¿Habré vuelto de una de mis insolvencias? Secreta satisfacción.
Viaje al centro. Subterráneo rojo circo, silencioso, anónimo. Escalera al cielo de la calle Uruguay. Tribunales, Palacio de Justicia. ¿De justicia? Bueno, imperio de la Ley; pero... ¿qué ley? ¿La del libre albedrío interpretativo de volubles magistrados? Mi primer juzgado del día: disciplinada fila de colegiados, frente a los tiempos de los burócratas meritorios. Pasillos de pasos sordos y presurosos. Cuchicheantes tertulias de letrados. Confesiones en baja voz a los patrocinados. Verdades de perogrullo, revelaciones de última hora. Neófitos boquiabiertos frente a la tortuosa senda de la jurisprudencia. Hay que esperar, paciencia. Audiencias dilatadas. Empilchados de maletín que explican. Guiños, intercambio de tarjetas: industria sin chimeneas. Para mí, un trabajo circunstancial.
Plaza Lavalle. Puesta escénica del culebrón nacional. Coreografía de reclamos, profesiones y paseantes: abogados, colegiales, turistas, diarieros, policías, periodistas, buscavidas, mozos, jubilados, “movileros”, agitadores, paseadores de perros, “arbolitos”, martilleros, municipales, dirigentes, cadetes, conocidos, anónimos... Caos cosmopolita de rítmicas transgresiones a las normas viales, de tránsito y urbanidad. Aire denso de smog y ruido. Mediodía destemplado y frío. La boca cálida de amabilidad del subte: una invitación al regreso.
Reflejo de Windows ’98 en los lentes. Las manos en el teclado; los pensamientos en el futuro. Miríada de esperanzas y anhelos, contra el presente gris de decadencia. Cansadores ocios forzosos. Patria de esfuerzo caído, de ritmo lento, de espacios creativos... hay que rehacerlo todo. Alma pesada de tanta angustia e incerteza.
No importa. Hay que seguir: ideas nuevas y berretines bien vivos. Se va a salir. Siempre que llovió, paró. Sueños próximos. A la cama, en calma. Destellos en la oscuridad de los párpados cerrados. Amanecer prometido en los rostros de los bisoños compañeros. Sonrisa cómplice en la noche.


sábado, agosto 19, 2006

Arqueología (son esas pequeñas cosas que habitaron los bolsillos)

Los vertiginosos cambios que se produjeron en el país (esto no es privativo de algún empedrado particular), sembraron los bolsillos de cuentas de metal cartón o plástico, que ya no servirán más que para artesanías, souvenires o para que jueguen los chicos.

Después de ochenta y pico de años, cambió el cuño del cospel de subte: primero para que se encargue el concesionario, luego para perecer a manos de la tarjeta magnética o el monedero electrónico (tarjeta antena de proximidad)



Las devaluaciones, la ley 18.188, los cambios de signo monetario, sacarle los ceros, las hiperinflaciones, etc. nos convirtieron en numismáticos a la fuerza. La suerte de estas monedas fue diversa: proyectiles en estadios de fútbol, máquinas de colectivo, vueltos de garcas, cinturones,etc. En mi caso las encontré en muchas partes de la casa de mis abuelos y mis padres y las guardé. Acá vemos en una primera muestra informal, asistemática, caprichosa y casi al azar, una primera muestra de monedas de los '60, los '70 y los '80; corresponden a pesos, pesos ley 18.188, pesos argentinos y australes. (hubo algunas excelentes de cobre, otras viejas que mostraré son de níquel; pero con las crisis de los ochenta, parecían hechas de cartulina por el peso). Hoy no tengo ganas, pero ya separaré algunas que se emitieron por fechas especiales, como el bicentenario del natalicio de San martín, en el '77; igual si se fijan hay algunas que fueron de años particulares, como las de 1960 o 1966.




La privatización me encontró con una ficha de larga distancia encima (como la de los juegos de Sacoa) ya después la tarjeta chip y las monedas la empujaron al recuerdo...

Hoy que ya no se llevan la guita en pala las privatizadas, abandonaron practicamente a la telefonía pública: no sólo no hay mantenimiento de las cabinas, sino que no otorgan más semipúblicos y no existen más las tarjetas chip

viernes, agosto 11, 2006

Adivinanza


Hay pocas cosas que distinguen, en una foto, un atardecer de verano de otro de invierno. Las copas de los árboles, cierta forma en que cae la luz, algún tono diferente de celeste en el cielo. Gente con abrigo o gente sin abrigo.
En mi barrio todavía hay pocos edificios y se puede ver ese pequeño detalle del cielo.
Les dejo que adivinen si hacía frío o calor.

miércoles, agosto 02, 2006

Baires en cifras II (Los que estamos adentro)


Monstruosa hiedra de luz, Baires se apodera de la noche del estuario, ramificándose desde el oscuro Río de la Plata (Foto Estación Espacial Internacional ISS)

Como contamos en la primera entrada de esta sección, en la gran ciudad vivimos hoy unas 14.000.000 millones de almas: casi 3.000.000 en la Capital Federal y un poco más de 11.000.000 en el GBA y los 8 importantes partidos aledaños a este cinturón.
Esta concentración humana se reparte en 203 km² que tiene la capital área que, tomando al resto de los partidos circundantes, se septuplica.
En el distrito federal, un 55% de mujeres prevalece sobre un 45 % de hombres, mientras que en el conurbano esta cifra se empareja (tomando su conjunto) hasta un 51% de mujeres vs. un 49% de hombres (de ahí se saca la "tasa de masculinidad" que se le llama, que en casi todo el mundo es una cifra del noventa y pico por ciento).
Si tomamos en cuenta que ya en el GBA y los partidos circundantes hay extensiones de campo abierto; las cifras revelan un 94% de población urbana contra un 6% de población rural.
En el ámbito de la capital, la mayor concentración demográfica se halla en un área contínua que abarca los barrios de Almagro; Boedo; Balvanera oeste (Once); San Cristóbal oeste; y un corredor que, siguiendo el eje de la Av. Córdoba a partir de Pueyrredón hacia el oeste y su continuidad por las Avenidas Estado de Israel y Angel Gallardo, toma elsector sur oeste de Recoleta, el sector centro sur de Palermo y el ángulo sur este de Villa Crespo (todo lindante al norte de Almagro y Balvanera). En estos barrios el número supera holgadamente los 30.000 ha/km². En contrapunto, el sector sur este de la capital es el menos poblado: centro sur de Villa Lugano; oeste de Villa Soldati y toda Villa Riachuelo que, con excepción de unas 20 manzanas de casas contra la Av. Gral. Paz, no tiene asentamientos poblacionales (está ocupada por el Parque Alte. Brown; el Autódromo Oscar Gálvez; la Dirección de Tránsito porteña; la empresa SACTA de control vehicular y no mucho más: hasta principios de los '90 en casi era inexistente todo tipo de servicio público en la zona). En el caso de Soldati, esta parte se corresponde con un área extensa ocupada por el Parque Gral. Roca (o Parque Sur), el Parque de la Ciudad (ex Interama), el "campus de la Universidad Tecnológica Nacional y asentamientos fabriles o grandes descampados. Por su parte, Lugano, cede una superficie enorme al campo municipal de golf y a la lindera chatarrería llena de ratas, el mayor depósito de autos para desguazar de la ciudad. También en Lugano ocupan espacios importantes el predio del Parque Brown Factory con su Hipermercado y descampados ocupados por la extensa villa del cañadón del tren Belgrano Sur o "de los Bolivianos"; donde hay gran cantidad de gente indocumentada y mal censada. En toda esta zona, la densidad de población no llega a los 6.500 ha/km². En líneas generales, vivimos a razón de 15.000 tipos por km² en capital.
En el conurbano, los dos partidos con mayor concentración poblacional son Tres de Febrero y Lanús, con más de 7.500 ha/km².
Esta masa enorme de seres humanos y su actividad, genera entre 4000 y 5.000 toneladas de residuos diarios (nos referimos a los recolectables, sin considerar los que se vierten en las aguas, el aire, o se dispone en forma particular de ellos): el equivalente a la carga de un buque carguero de 10.000 toneladas de arqueo bruto por día. De estos dispone el C.E.A.M.S.E. (Cinturón Ecológico Area Metropolitana Sociedad del Estado); empresa hoy semi-estatal (dada la cantidad de concesionarios que arman su cadena de procesos y responsabilidades), que los compacta y distribuye en sus 16 áreas de relleno. Ocurre que luego de la experiencia inicial en la zona de Bancalari, costosa y con más que dudosos resultados ambientales (allí por donde termina el Camino del Buen Ayre y está el Soleil Factory); se dedica a amontonar verdaderos vertederos a cielo abierto, contaminando napas y suelos y convirtiéndose en focos de todas las infecciones imaginables. Los casos más graves están en el partido de La Matanza (González Catán en particular) y Esteban Etcheverría-Alte. Brown.


La terrible polución vuelve negro el curso del río Tigre. Mancha que estigmatiza a un municipio cada vez más lindo.
Este monstruo de urbe, se desarrolló a orillas del río más ancho del mundo, más por motivos históricos (supuesta ruta a El Dorado), que prácticos, porque su puerto, sinónimo de su preponderancia y poderío, es sumamente antipráctico y costoso por encontrarse en un curso de agua fuertemente aluvional, al que hay que dragar de continuo y sujeto a sudestadas que producen dramáticas variantes en sus cotas con accesos y canales traicioneros.
Su población goza de un clima templado-húmedo, bastante benigno, sin riesgos de terremotos, Tsunamis, erupciones volcánicas, aluviones, tifones u otros fenómenos naturales tan comunes en el resto del planeta.
Es una ciudad soleada pero con un régimen de lluvias muy importante, alrededor de 2.000 mm anuales (en el año 2000, se estableció un récord de casi 90 días de lluvias diarias ininterrumpidas). Si bien las alteraciones climáticas globales la han afectado como a todo el planeta, en gral. se puede afirmar que el mayor problema son las inundaciones por sudestadas, que provocan importantes evacuaciones en las zonas ribereñas del sur (como el Partido de Quilmes) y áreas del Delta partidos de San Fernando y San Isidro o barrios ribereños de la capital, donde se ha progresado mucho con la gestión de los últimos gobiernos electos.
Hablando de temperaturas absolutas (desde que lleva registros el Servicio Meteorológico Nacional) , sigue ostentando el record de calor el 29 de enero de 1957: 43°3 centígrados; oportunidad en la que murieron 20 personas y hubo 68 insolados graves. Se supone que debido a la alta humedad reinante, la sensación térmica (que aún no se medía), debe haber superado los 50°c. En yuxtaposición, el año de 1937 se recuerda como uno de los más fríos; llegando el termómetro (entre julio y agosto) a llegar por debajo de los - 5°c, con una mínima de - 7°2 el 21/7 en el semáforo de la dársena Norte. Las temperaturas, si bien son marcas superadas en otras zonas del planeta con holgura, se hacen sentir con agobio por la humedad, que las 3/4 partes del año supera el 60% relativo, llegando habitualmente al 95% o más.
Se recuerdan (hay registros fidedignos) 4 nevadas concretas en la ciudad. Tres en el siglo XIX y, en el siglo XX, la única reconocida como tal por el SMN: entre las 15 y las 24 hs. del 22 de junio de 1918 nevó ininterrumpidamente sobre Buenos Aires, acumulándose hasta 60 cm. de nieve. En julio 1974 cayó durante varias horas algo parecido a agua nieve, nevando en áreas rurales de Ezeiza y en el año 1994 (gran nevada de Mar del Plata); nevó en 7 de los 8 partidos aledaños al conurbano, con especial intensidad en la ciudad de Cañuelas.
La concentración de vehículos (un parque de casi 5.000.000 de vehículos), edificaciones (más de 200 edificaciones superan los 25 pisos de altura o su equivalente en términos de arquitectura moderna y unos 50 alcanzan o superan los 30 pisos -casi todos en barrios linderos al río, como si de un muro se tratara: Microcentro, Retiro, Recoleta, Palermo, Belgrano, Nuñez; pero también en Avellaneda, Vicente López, Ramos Mejía-); la presencia de más de 70.000 establecimientos industriales y la comunión con el Río, le confieren al área urbana, hoy, un clima ligeramente distinto al de las suburbanas; motivo por el cual se toman temperaturas en San Fernando, Pilar y Ezeiza; zo´nas más expuestas a los tres vientos predominantes: el Pampero (glacial, seco, del SO); la Sudestada (húmedo y frío de la costa atlántica SE) y el NE, casi monzónico, procedente del anticiclón del Chaco, generador de altas temperaturas y grandes tormentas con aparatos eléctricos que se producen al menos a razón de dos por mes. Muy raramente, el choque de dos de estas masas producen tornados (no con la intensidad de los que se registran en EEUU); pero que en más de una ocasión arrasaron pueblos enteros. Esto nunca ocurrió a menos de 100 km del Congreso.
Hasta la próxima

A dónde fueron a parar nuestros ideales...

Al tanque de desagüe de un mingitorio...

mingitorio, ria.
(Del lat. mingĕre, mear, y -torio).
1. adj. Perteneciente o relativo a la micción.
2. m. urinario.

Y si me permiten una opinión: bienvenido sea que allí estén... así empezamos a construir sobre algo nuevo.

(Nota al pie: la foto fue sacada en la Biblioteca del Congreso. ¿Existe un lugar más irónico?)

domingo, julio 30, 2006

Gritos de Piedra III (La cripta de concreto, acero y cristal)

Sobre la margen derecha del Plata, el horizonte infinito de la Pampa desapareció empujado por el hombre que decidió llevar una existencia basada en la técnica y, reinventánsose hacia afuera, al no poder decifrarse por dentro, modeló su morada.


El hombre eligió una forma de develar su ser: la técnica. Podría haber sido otra (dijo el tío Heidegger), pero fue esta la que primó.

Gritos de ego, gritos de busqueda; hidras nuevas nacidas del cálculo y el proyecto; el ser erigió su desesperación al cielo; surcó la distancia con cintas de asfalto, olló la tierra con cimientos fuertes; aterrado de tanta fragilidad.


Hoy el ojo ciego del monstruo refleja moradores perplejos: han llegado a un mundo para ser habitado, para ser mantenido, para ser atendido y habitado. La Megalópolis te acoje y desampara con la misma frialdad: es un mundo que se siente propio pero solo se pertenece a sí misma; es un lugar sin dueños, sin tiempo, a veces
, sin sentido: ¿dónde estamos más solos? ¿dónde más desprotegidos?. El hombre quiere un mundo para ser vivido y cada tanto redescubre que ese mundo está hacia dentro de su propia existencia. El cobijo de estar juntos, el anhelo de vivir nuestra existencia nos llevó a construir ciudades; el flash que cada tanto nos devela que nosotros somos el espacio, que lo que habitamos son nuestras propias vidas, es esquivo y perturbador. Entonces ponemos nuestra líbido, nuestra desesperación, nuestra energía en nuestra creación: nos elevamos al cielo y cubrimos la tierra; salteamos los ríos y modelamos la materia; para, finalmente, perdernos nuevamente en la monstruosidad, la desmesura de la escala, donde nos volvemos a perder, nos volvemos a alejar... entre nosotros y de nosotros mismos. Mientras tanto, el concreto, el acero y el vidrio no se enteraron ni por qué están allí: son energía "sobrante", celebraciones a la existencia que no se comprende y puños alzados contra el tiempo, ese enemigo implacable que no existe, pero nos derrota inexorablemente.

jueves, julio 27, 2006

Nuevas Postales Porteñas IV(La ciudad que no miramos)

En épocas donde hábiles maniobras inmobiliarias o reciclados fashion le cambiaron los nombres a vastas zonas de la geografía porteña (Palermo Hollywood, Las Cañitas, Palermo Soho, La Imprenta, Devoto "entre las dos vías", Barrio Parque, Floresta "Norte", etc.), traemos las nuevas postales que promoverán el turismo aventura, bizarro o antropológico en las nuevas barriadas post menemistas.



Villa Lugano Burundi (Ciudad Oculta)



Wild Wild Wilde (Villa Itatí)








Doque on Fire (Villa inflamable)


Down Town Train (Andurriales de Retiro)




Niños Silvestres del Bronx (Abasto)

miércoles, julio 26, 2006

Argentina ¿Un país en Serio?

"Marca País" , la gota que colmó el vaso. El 29 de diciembre pasado posteé "Un cuento de Navidad" (ver archivo, fiaca de linkear); la esperanza me hizo dejar un final abierto al cuento K. Hoy ya es hora de hablar. Es largo, pero vale la pena.


Arranca el tren de la Línea San Martín desde Retiro; mientras la formación de vagones multicolores se aleja de los andenes, parado entre dos de las puertas miro a ambos lados y advierto que este extraño lugar tiene algo de síntesis de esta nueva Argentina, un país en serio...

Atrás y a la izquierda, el bosque de rascacielos. En ellos un país de privilegiados que, bajo la atenta mirada de las clases dominantes, ingresa al siglo XXI. En sus cajas de acero y cristal, con tarjetas con chip como marca de hacienda y cantidad de chiches tecnológicos, este sector de nuestra sociedad se produce cada día como si de un posicionamiento de marketing se tratara, convierten sus cumpleaños en reuniones empresariales y su vida en un laberinto de espejos, donde mirar para querer reflejarse. Tienen algo que se parece a una vida; temerosa mediática, fóbica a lo que no forma su grupo de pertenencia y paranoica de perder privilegios, salud o la vida; así de salvaje y desigual están las cosas.

Del otro lado de las vías, hay un mural con una gigantografía, que domina la escena: desde el costado del cadáver de edificio que otrora fuese el centro de distribución de ENCOTEL, bajo la "pipa" de Nike, Carlitos Tévez mira a los cientos de pibitos sucios y descalzos que corretean por la villa 31. Una palabra domina la pared y la imagen: "Garra" ¿Qué significará el mensaje para los mil pares de ojitos acuosos y patitas flacas, que mientras juegan entre las vías y los fierros de las maquinarias, juntan el resentimiento que fogonean tantas privaciones?

El país que crece al nueve y pico por ciento, no es grupo. Mudos testigos, miles de containers se apilan frente a las dársenas de Puerto Nuevo, como telón de fondo de la villa; esperando, por el tubo del 3 a 1 o el 4 a 1 (según si la goleada es en dólares o euros), ir al otro lado del océano para enriquecer a los de siempre y a sus acólitos. El país se mueve: mientras la formación avanza entre tolderías de pobrerío, marginales y delincuentes, bodegas tomadas, corralones saqueados; en el cielo de la derecha, decenas de aviones repletos de turistas (que recorren tierras nuestras que pocos conocemos) y empresarios eufóricos, aterrizan y decolan un poco más allá de las vías de los desvencijados vagones proletarios.

Es el país de las cifras, ahí estaba el presidente cantándole retruco al líder cubano y, papelito en mano, lo rectificaba: no es el 16,5 por mil la mortalidad infantil; es solo del 13,8 por mil ¡caramba!, qué logro en el país que raramente -hasta mediados de los noventa- había superado el 7 por mil, cifra batida históricamente en latinoamérica, solo por la Cuba revolucionaria...

Igual, hay buenas nuevas, parece que estamos por vencer otro escalón del desempleo y bajar de las dos cifras (10 y pico porciento actual). Pero hay cifras con menos prensa, menos simpáticas, veamos:
¿Cuántos suman los que han dejado de buscar definitivamente un trabajo formal?, o sea un empleo o conchabo con los beneficios de un trabajador en regla: casi un 50% de la población de la considerada en la etapa laboralmente activa. Efectivamente, agotados de avisos fallutos, de extraños requisitos para cubrir posiciones de nombres inpronunciables, de capacitaciones imposibles de cumplimentar para los puestos más ordinarios; de ofertas de websites que encontraron un lucro excelente; de golpear todas las puertas y todos los contactos; la clase media baja y la clase obrera se volcaron en masa al trabajo informal: rebusques, changas, curros, limosnas, inventos: todo vale.
El ministro Tomada sigue bienintencionadamente su cruzada contra el trabajo en negro, ¿pero qué hace acá? ¿les pide CUIT a los busca? ¿A los "nuevos cuentapropistas" de la miseria?, que a lo sumo la pelean por llevar el mango justo para el morfi o las necesidades básicas del día a día.

Señores, hay un (cifras oficiales) 49,8% de la población bajo la línea de la pobreza (léase, viven al día, contando monedas), trabajando muchos en el hogar, con lazos familiares deteriorados, esperanzas marchitas, expuestos sus hijos a la deserción escolar, la droga, la desidia, la promiscuidad, los falsos profetas, el mesianismo, los espejismos; los matrimonios a la disolución, las familias en un clima de hostilidad constante por la desesperación, la necesidad que muestra sus mil caras de hereje y entonces los viejos molestan, los pibes cuestan guita, los amigos no se visitan, no se pueden poner ni dos panes de más en una mesa: todos los refranes hacen agua, "si hay pobreza que no se note", "donde comen, tres comen cuatro"; "los chicos vienen con un pan bajo el brazo"; son boludeces sin sentido para esta gente. Las prioridades chocan, porque todas son urgentes; las acusaciones se cruzan; el consumo diferido de esta población enorme sería un gran motor de la economía, pero no, para los gobernantes no parece claro; encima el stress enferma, destroza, desalienta... Por otro lado hay un 20% bajo la línea de la indigencia, o sea, marginales; donde ya no hay lugar para reflexiones o valores que se asemejen a lo que los sujetos de clase obrera o media consideren normales, básicos o válidos; hablamos de niñeces segadas, mujeres solas, hombres sin educación, subalimentación, incapacidad de establecer vínculos afectivos o de confianza duraderos, hostilidad hacia el resto de esa sociedad que los margina, los arroja lejos; poco valor por el propio destino, inexistencia de lazos afectivos estables en ningún nivel de relación: se vive el minuto, el segundo de pequeñas alegrías o esparcimientos como el último, poco importa lo legal o ilegal, no hay reglas que parezcan contemplarlos a ellos; son gentes con callos en el alma, cicatrices profundas y vidas cortas.

¿De qué viven los pobres?: un 50% de ingresos en negro. Los tipos de clase media baja que salieron con la catramina vieja con gas a repartir cualquier verdura: chucherías chinas, cotillón, bolsas de polietileno, artículos de copetín o artículos de sex shops para los telos... con los vehículos desvencijados y atiborrados de mercadería en su mayor parte sin boletas, salen cada mañana a pelearla, con pocas esperanzas, sin obra social, sin un futuro previsional, sin otra meta que la de regresar sin más incidentes que pagar el peaje a la policía si los para... después están los busca; cargan bolsos y salen a revender las cosas más insólitas: paraguas, calculadoras, juguetes, cartucheras de celulares, flores, guías de calles, velitas para estufas, medias, encendedores... pululan por toda la ciudad, son gente con necesidades, ganas de ganarse el mango: una fuerza laboral equivalente a la dotación de diez fábricas de producción masiva.

Otro 25% ¡Trabaja en blanco! o sea: sueldos de hambre. Son los prohombres del despegue argentino: nuestros empresarios. Va un ejemplo; la industria automotriz creció de febrero de 2005 a febrero de 2006 un 120%; personal incrementado en el mismo período ¡1,2 %!, Sí oiste bien: Uno coma dos por ciento. Todas las fuentes vienen del INDEC, Clarín, Cámaras, Sindicatos, pero ni me calienta citarlas; en todo caso al que le quepa que urgue un poquito. Claro, no vaya a ser cosa que nos toquen la paridad cambiaria y nos metamos los vehículos en el culo. ¿Cómo nos arreglamos? (te dirían) :los del turno mañana 6 horas extras inconsultas, coercitivas y todo por el mismo precio, y los del turno noche (violando todos los convenios), las horas que falten. Para eso sigue vigente la Ley de emergencia económica, que les permite a las empresas los contratos basura, pagar el aguinaldo en cuotas, dispersar las vacaciones a lo largo del año, y dale que va... ¿¡Quien podría compensar la balanza ocupacional? Si, claro, el Estado.

Este Estado, representado por un gobierno, sin duda alguna, con el mayor consenso desde el retorno de la democracia y, me atrevería a decir, desde la caída de Perón en el '55. Un Estado que despierta simpatías cuando le pone las bolas en la morsa a los poderosos (y cosecha adhesiones, la mía, entre otras); pero que cuando después uno mira con detenimiento, ve más discurso que hechos: están muy contentos los dueños de la tierra y los recursos, están muy tranquilos los que gozan de las prevendas de siempre; pegan grititos pero no es el alarido del que fue al proctólogo porque ya les hizo muchas cagadas a los intereses comunes del pueblo... Pero el gobierno, bue, ¿qué hará con la masa de guita ingente que le provee las retenciones a las importaciones, un más riguroso y efectivo control fiscal, la desactivación de una parte de los compromisos externos y sus intereses, las acertadas maniobras económicas? ¿Generará trabajo fidedigno a partir de un plan de infraestructura? ¿Llamará a concurso para ocupar las vacantes de las empresas sobre las que retoma control y se hace cargo? ¿Generará planes de capacitación para aquellos alejados de la rutina laboral por años? NO. Hace asistencialismo político, genera dependencias partidarias, promueve changas como las de "militantes multipropósitos", integrantes de apoyos espontáneos, movilizaciones a actos, números de fuerza para conseguir hegemonía... sin criterio se generan puestos de favor, donde no hace falta más gente, donde aparecen tipos sin idoneidad, donde se repite la historia de siempre. ¿Será que el más brillante de los intelectos gorilas tenía razón, cuando dijo que los peronistas eran incorregibles?, aunque éstos se digan de "izquierda progresista"...

Otro 25% de los pobres vive de los oficios más ignotos, las ocupaciones más sórdidas, la improvisación, el rebusque, el curro, o directamente de garcas (lo que no está siempre emparentado al delito), veamos: tarotistas, pai, curanderos, "gañoteros" (los que arriman negocios, traen al candidato o al mixto y se llevan la participación), acompañantes, paseaperros, cuidaviejos, cuidaniños, enfermeros sui generis, contratistas que solo tienen un teléfono sin dirección, dudosos colocadores de empleos, albañiles, técnicos, plomeros, chapistas y otros practicantes advenedizos de oficios que quién sabe dónde los aprendieron... Pequeños estafadores, pasto de "telenoche investiga", pero que no se vaya a destapar alguna olla grosa que implique acercarse a asuntos del grupo clarín; grupíes, cadetes de super chinos, motoqueros y biciqueros de todas las especies...

Una gran masa productiva o creativa vive como puede; todos los días los vemos por la calle: los que venden sandwiches en la city; los que los traen en camiones para vender jazmines, plantines, cuadernos, anotadores; los que venden chipá, remeras, medias, gorro bandera y vincha, salamines caseros, quesos; los que por la calle tiran la lonita y venden calculadoras, paraguas, portacelulares, relojes, radios y toda baratija que se pueda revender de Once o Cochabamba; los artesanos que deambulan por los negocios "tuttifrutti" y llevan sahumerios, marroquinería, granos de arroz con la Biblia tallada, plantas adentro de bombitas de luz; también están los artistas: chelistas, violinistas, guitarristas, acordeonistas, poetas, actores, yosapas, mimos, estatuas humanas, malabaristas, tragasables, lanzallamas; personajes talentosos o patéticos que se cagan de frío, de calor o de angustia por unas monedas.

Por último, los excluídos, los indigentes; son solo el 20% (¡unas 8 millones de personas!), pero se notan. Su omnipresencia es tan obsena para nuestras conciencias, que da risa las pélotudeces que se debaten en los medios, en los fueros y en las instituciones. ¿Qué educación quiere para sus hijos? pregunta el ministerio de Filmus: Para empezar, una que les diga la verdad, ¿en qué país te toca vivir? ¿para qué estudiar? ¿Es posible vivir en la desigualdad' ¿Se vive bien en Belindia? ¿Cómo ponemos la cabeza en la almohada? ¿Qué hacemos con los que lloran de hambre?, con los que están abandonados por la calle...



Eso de que falta mucho por hacer es sinceridad falluta, berreta y barata: cuando se quiere se hace; si no, fíjense como las elecciones mueven montañas... Pero los sin futuro siguen allí, su letanía es parte del día: "una monedita señor" (una mamá con bebe, una viejita inválida, una persona que debería estar en una institución de salud mental o al menos contenida); "una monedita amigo" (los pibes en las boleterías, cualquier muchacho joven que se te cruza caminando, los que lavan parabrisas o abren las puertas), "Algo para llevar comida a mi casa" (un padre con algún pibe, un enfermo de SIDA con el cuerpo lleno de medicamentos -que, reconozcamos, hoy los tienen-, y la panza muy vacía; un inválido o accidentado; un hombre mayor); "algo para comer" dice el pibito en el maxikiosko; "alguna ropita" dicen las mujeres que te tocan el timbre... Es cierto, hay una táctica de la lástima, pero hoy no hay lugar para las suspicacias repugnantes que nos escusan del compromiso de abrir los ojos, que no es lo mismo que tener para todos; es EXIGIR acción, es acabar con el "sálvese quien pueda"... Ojo, capaz sos de los que piensa "hacen buena guita por día": andá, sacate la dignidad, perdé la vergüenza, rifá tu nombre, tu autoestima, tus sueños y tu ego y salí... ¿cómo? ¿no era la fácil?

El tren avanza, los paisajes contrastantes no cambian: los que juegan al tenis un día laborable a la mañana y los que roban alambres de cobre a riesgo de electrocutarse. Los vagones parecen más prolijos, la gente humilde quiere cuidarlos, pero a la noche, el resentimiento lleno de paco y alcohol rompe todo lo que signifique orden o prolijidad, brutal contrapunto de sus vidas a la marchanta.
El presidente cumplirá el mandato hasta diciembre del 2007 según ha expresado; él ya está en campaña ¿cómo la hará? ¿callándome la boca? ¿haciéndome cerrar bien el culo? Ojalá, mientras tanto Argentina, el país en serio, sigue "bailando por un sueño"...





"Tu puedes", le dijo el Comandante al Pingüino en Córdoba, "Tienes con qué". En el hall del Espigón de Ezeiza, ese que vió el mayor éxodo en masa de argentinos, expulsados por un país en llamas, en manos de bandas mafiosas y sicarios de las corporaciones multinacionales (470.000 compatriotas entre 1999 y 2002); se colgaron los estandartes de esta "nueva realidad". Hasta dónde querrán los que rigen nuestros destinos; hasta dónde podrán...

Sé que fue un post indigesto y de aparente contramano: permítanme no conformarme, permítanme soñar con una vida mejor. Gracias.

miércoles, julio 19, 2006

Crónicas Insólitas II (Un perrito y tres funerales)

Lo que deba Ocurrir, Ocurrirá (Dolínades) Nadie se muere en la víspera (Carlos Saúl de Saint Anillac I -tocarse el izquierdo-)

Lo que he de narrar carece en estas líneas de fechas precisas, porque en realidad ocurrió y es lo que tiene importancia. Para aquel buceador de hemerotecas y archivos, calculo le será muy fácil contrastar mi relato con la tinta abundante que, vespertinos como Crónica o La Razón, derramaron en obsena catarata de detalles e imágenes; calculo que otro tanto habrá hecho a la mañana siguiente Diario Popular y, sin que haya sido lo que ocupe las tres cuartas partes de la edición como en estos casos, fue extensamente tratado por el resto de los medios.
Como los acontecimientos quedaron vívidamente grabados en mi recuerdo, prefiero que afloren de ellos tal como me llegan, dándoles algunas presiciones para ubicarse espacialmente.
Corría el 1988, año más año menos; yo diría que sería hacia fines del otoño o principios de la primavera; en todo caso da lo mismo. La intersección de la calle Morelos y la Av. Rivadavia, en el barrio de Caballito, casi limitando con Flores (justo ahí donde hoy está todo roto por la extensión de la línea A de subte, a medio camino entre las futuras estaciones Puan y Carabobo), solo tiene dos esquinas de la vereda impar de Rivadavia al 6100, porque Morelos nace hacia el norte y de frente a esa bocacalle se choca contra la mitad de una larga cuadra que va de Curapaligüe a Miró sobre la vereda par de la arteria principal del cruce. En la esquina de Morelos hacia Flores (la oeste); se levanta un edificio de ladrillo a la vista colorado de unos 10 u 11 pisos de altura, que da sobre ambas calles. En la planta baja del edificio la ochava es ocupada por un local que, en ese entonces y por largos años antes y después de estos sucesos, ocupaba una casa de alfombras y tapices y cortinas que, en su marquesina, tenía el cartel tipo cola de pavo real multicolor de la firma "Kalpakian". En la acera contraria de Rivadavia, enfrentando la bocacalle, se encontraba el salón de exposición de una concesionaria; no recuerdo si era una Renault o ya estaba ahí "Antibes", hoy Peugeot, en aquel entonces Sevel. Y de lo que no me caben dudas es que inmediatamente lindera con la concesionaria, había una sucursal del Citibank (¿o era otro Bank Boston?). Esta era la geografía que, debido al quilombo de pasar con el auto por Rivadavia hoy, no he vuelto para verificar; quizás lo haga mañana o quizás lo hagan Uds.
Volviendo al edificio del local de Kalpakián (el de la esquina de Morelos); si aún hoy levantan la vista hasta el último piso, comprobarán que, aprovechando un regio balcón terraza que hace "L" sobre ambos lados, sus propietarios de entonces (o los primitivos, si es que no eran los mismos) habían realizado sobre el mismo un gran cerramiento de aluminio, de forma tal que o les quedó un gran jardín de invierno -si se puede llamar así a un ambiente en un edificio- o ganaron un ambiente o dos, sea para lavadero, plantas o depósito de bicicletas y cambalaches. El escenario ya está dispuesto, levantemos el telón del drama.
Promediaba aquella aciaga mañana que estoy narrando, cuando por frente a las vidrieras de la ochava del local de Kalpakián, transitaba una viejita con su bolsa de mandados; en mi recuerdo se compone una mujer menuda y bastante mayor, vestida con un abrigo gris topo y zapatos de taco negros bajo. Al mismo tiempo, once pisos (más de 33 metros) arriba, un perrito pequeño, blanco grisáseo (se me ocurre algo parecido a un caniche o un terrier pequeño), que pertenecía a los dueños del departamento que he descripto, saltaba rebotando como una pelota contra el cerramiento de aluminio, posiblemente ladrando a los ruidos exteriores e intentando alcanzar la claridad de la parte de policarbonato que hacía de falsa ventana (he visto a estos canes pequeños saltar y rebotar incansablemente). Todo ocurrió en un único, fatídico y sincrónico instante: el animalito saltó y cayó al vacío por una hendidura, abertura o separación entre dos paneles del cerramiento, con tal certeza que impactó de lleno en la cabeza y los hombros de la viejita, muriendo ambos en el acto. Basta una sencilla fórmula matemática, que tenga en cuenta el peso del animal (seguramente entre 5 y 7 kilos); la distancia recorrida en la caída y la aceleración de la gravedad (9,86 m/s²), para calcular la fuerza con la que impactaron los cuerpos, muriendo el animal por politraumatismos gravísimos y estallido de vísceras con las consecuentes hemorragias internas, y la señora por fractura de craneo y cuello, esto último decretando su deceso instantaneo.
Todo ocurrió como un flash. Yacían los cuerpos señalando en direcciones contrarias: el perrito hacia Rivadavia y la señora hacia Morelos. Testigos atónitos, centenares de personas que como traseúntes hay en ese cruce tan concurrido y a una hora de máxima actividad comercial. Parado en la puerta de la concesionaria, un elegante señor de traje que andaría por los seseta años, quedó petrificado frente a la tragedia que se consumó en un brutal segundo frente a sus ojos; se tomó repentinamente el pecho con una mano (en la otra aferraba un maletín) y cayó fulminado por un infarto. El foco de atención de los grupos de curiosos que se empezaban a formar en todas las veredas, giró dramáticamente al otro lado de la Av. Rivadavia; algunos vehículos (los cercanos a las aceras), comenzaban a circular más lentamente porque se notaba que algo grave ocurría y ya se manifestaba ese curioso fenómeno del morbo que nos impulsa a todos a mirar. Intempestivamente, sin motivo aparente más que una reacción desesperada frente a ese tornado de muerte que azotaba la esquina, una mujer joven, de treinta y pico, que estaba parada en la esquina de Rivadavia y Morelos contraria a la de Kalpakian, salió a la carrera atravesando Rivadavia sin mirar ni detenerse, en un gesto desesperado para ayudar a aquel hombre que, como luego se supo, no tenía con ella relación de amistad, parentezco o conocimiento alguno: fue un impulso ciego... No llegó muy lejos, superada una primera fila de coches perezosos, apareció de golpe en la trayectoria de un bondi de la línea 55 que circulaba a velocidad (50 km/h maso) hacia Plaza Flores; el colectivo, un Mercedes Benz 1114 la arrolló y la arrastró casi 100 metros casi hasta la esquina de Curapaligüe donde se comprobó que la muchacha yacía muerta, destrozada. Desde la caída del perrito no habían transcurrido ni cinco minutos...
Señores, la ciudad de la furia es implacable, peligrosa como un bosque de la edad media o los mares de la época de los corsarios, todo lo que en ella creamos, inventamos y disponemos, nos codea con la muerte por nuestra naturaleza frágil y por la cantidad de vectores que se conjugan para que cada paso pueda ser inseguro, fatal. Pero más implacable aún es una certeza: nunca se sabe cual es el último segundo, qué sórdido momento será el último si no intentamos disfrutar de cada uno de los instantes de nuestra vida y hacer sublime nuestra existencia, única, irrepetible. Si después nos toca en suerte el más allá, allá Dios que es Divino y lo dispondrá; yo aún no lo sé, solo tengo Fe.

domingo, julio 16, 2006

Fotos en Movimiento (Historias Mínimas I)


Él vende diarios en Paraná, casi a 1 cuadra de Panamericana. Como todo canillita, espera a que corte el semáforo, baja a la calle y grita con fuerza su pregón.Hoy estaba allí parado, como todas las mañanas, con su gorra desgastada, su camperita deportiva, y el buen humor cotidiano, ese que vence al frío y a la lluvia.
Hoy pasó Ella, con su canastita y su andar presuroso. Ella lo miró, y lo saludó y él cortesmente la miró, y le devolvió el saludo. Él le preguntó qué vendía, qué es lo que llevaba en la canasta, y ella abriendo la boca grande y sonriendo, le dijo, simplemente, “pastelitos”. El se sonrió también, un poco por nervios y un poco para devolver el gesto. Y entonces, súbitamente, al corte del semáforo, cambió su pregón habitual, y gritó a voz en cuello “¡Pastelitos, pastelitos!”.
Ella bajó la mirada, meneando la cabeza, pero con una risita ahogada entre los dientes. Y lo volvió a mirar. Se dijeron algo por lo bajo, que no alcancé a escuchar, porque apuré el paso. Se me hacía tarde. Seguí caminando, y sin volver la vista atrás, me descubrí sonriendo. Seguramente ella se despidió, con la excusa de continuar con el quehacer de cada día, de golpear puerta por puerta, y entrar gentilmente en los negocios para ofrecer sus productos. Y él, la saludó nuevamente, y continuó con lo suyo, entre Clarines y Naciones.
Seguro que mientras se aleja, ella sigue sonriendo. Él piensa que quizás mañana, si la vuelve a encontrar, le compre un pastelito.

Mex
P.D. Gracias Comandante por la invitación a participar en este bello y multicolor blog.

http://desatinosenred.blogspot.com/

miércoles, julio 12, 2006

Crónicas insólitas I (Ciudad Voraz)

Nuestra nueva sección reedita un anecdotario trágico de situaciones casi de ficción (a veces hasta el absurdo), que sellaron el destino de desprevenidos habitantes de la ciudad de la furia, que no sabían que la luz de aquella mañana era la luz de su último día.



La Locomotora que rebasó el vaso

Corría la primera semana de septiembre de 1991 y la sentencia de muerte para Ferrocarriles Argentinos estaba firmada: "ramal que para, ramal que cierra", había sentenciado el Turco depredador, que ya había eliminado la mayoría de los servicios de larga distancia y se disponía a rifar los mejores corredores de carga del país y a otorgar las concesiones más "convenientes" imaginables, para que sus amigos empresarios se hicieran cargo del negocio del inmenso tránsito suburbano del Gran Buenos Aires.

Toda esta movida fue posible dada la degradación que los servicios habían sufrido, y el nivel de consenso que, entre el común de los mortales de este país, había tomado la idea que era imposible que ninguna empresa fuera administrada por un estado que, por idiosincracia nacional, era necesariamente corrupto e ineficiente. Eran los tiempos en que los ramales perdían 1 millón de dólares por día; que pagar boleto era una gilada en deshuso; que a los guardas los tiraban por el furgón del fondo; que los abogados de FFAA patrocinaban a través de socios, millonarios juicios de boludos impiadosamente pisados por pasar con barrera baja, pleitos donde curiosamente la culpa terminaba teniéndola el "pata de fierro", y la empresa garpaba enormes sumas de guita de la cual le tiraban algunas migajas a los patrocinados y se morfaban el resto, en fin...

Cuesta poco imaginarse entonces cuál era el nivel de mantenimiento que tenía el material rodante.
En este contexto, en la mañana de la semana del dos de septiembre, una formación del hoy "Belgrano Norte" -cuando todavía no lo explotaba Ferrovías y corrían los últimos trenes a Bolivia, vía Jujuy (locomotora amarilla y roja, vagones marrones)- ingresó por las vías de trocha angosta en el tramo final de su recorrido Boulogne - Retiro (por entonces solo una de cuatro formaciones llegaba a Villa Rosa, pues no había nucleos urbanos tan densos como ahora), o sea salió de la estación Saldías (o más bien la rebasó, pues no solía detenerse allí muchas veces) para entrar en la playa terminal de la cabecera de Retiro. El convoy de siete vagones cargados de laburantes, era tirado por la máquina General Motors n° 7781 igualita a esta de acá abajo

y para sorpresa del maquinista, cuando quiso comenzar la rutina de frenado de acuerdo a las señales (de agujas y banderas muchas de ellas por entonces), la bestia de más de 25 toneladas se negó a frenar. Usando todos los recursos de los frenos de emergencia, no pudo evitar que la formación ingresara en el andén a no menos de 30 Km/hora; sin poder avisarle al guarda (la comunicación era visual -pito y pañuelos-) para prevenir al pasaje y, aunque usó la radio HT para comunicarse con la torre de maniobras, no hubo tiempo de avisar a los desprevenidos que aguardaban en la estación...
La mole de acero, con una inercia monstruosa, arrancó de cuajo los frenos de emergencia de punta de riel (brutos brazos hidráulicos agarrados al balasto del piso de terraplén y andén); arrasó las rejas de los portones de acceso a los andenes e ingresó al hall central de Retiro tirando abajo la pared centenaria donde se hallaba el tablero central de anuncios de partidas, destruyendo locales a su paso y deteniéndose a escasos metros de la pared que separa la estación del acceso para taxis ya sobre la calle. Eran las 07:35.
Como si en cámara lenta se hubiese producido la tragedia, los numerosos pasajeros, vendedores y transeúntes huyeron de la avalancha de acero y escombros y, milagrosamente, el desastre solo se saldó con la cifra de un muerto y ocho heridos, dos de ellos graves.
El pasaje y cientos de curiosos se arremolinaron en la escena. El occiso era el vendedor de la panchería que, bajo el gran tablero de salidas, de espalda a la pared que derrumbó la locomotora, no tuvo tiempo para nada: el puestito y el laburante terminaron laminados por la mole sin control, una mañana más, como otra cualquiera...
Hay una foto de archivo de Crónica y otra del extinto pasquín Esto, donde se ve cómo quedó el estropicio; pero por el mal gusto preferimos subir estas para que se compongan el lugar y las circunstancias.
Este ramal daría que hablar en el atardecer de un día de laburo, un par de años después; cuando luego de salir de capital, el tren no se detuvo en Aristóbulo del Valle (bajo Av. Cabildo Provincia), ni en las estaciones sucesivas. Frenado el bólido -con los pasajeros con el culo a siete manos- pasando Carapachay, se comprobó que el alegre motorman se había clavado varias grapas de más y embicaba para los pagos del Gomera sin intención de detenerse...

La Reina del Plata vista por un pájaro(n)

Hace un tiempo tuve la oportunidad de viajar al sur en avión en un día maravilloso (lo que algunos llamaríamos "un día peronista")...