"Pies en plazas y vidas no bien/negros de ley y avance de lanzas/alpargatas de caucho y conventilos por doquier/su vida, tal vez, y tierra en las patas. Interiores de secos y monoblocks al cuadrado/alejados sus pagos, cabezones y feos/del interior caminaron, hacia el desértico centro/los dioses del templo, ignoraron sus rezos. La iglesia desflecada, cajetillas a caballo/los oligarcas de manos, se deshacían de la masa/la noche más abierta y luciérnagas al montón/arriba el balcón y abajo sus puertas. Sacos de a ratos, mangas en veremos/en el agua el cielo y en el cielo los zapatos/el calor que volvía y lo húmedo era nuestro/identidades de palimpsestos y bronceados de alegría. Sentados en los bordes, las palomas observaban/el día ya bajaba, del peldaño de los condes/no pisado, casi limpio, virginal de negras piernas/y la plaza no encierra, a estos hijos de los indios. Calurosa tarde y nubes, y plebeyas sensaciones/del rugir de las canciones, una bella dama sube/santa Evita, Eva linda, rubia negra y costurera/luego fuiste MONTONERA, ayer eras nuestra diva. Las farolas de las plazas, la marquesina del tendero/todo observa al obrero, que levanta allí su casa/y de noche la antorcha, ilumina el teatro/de unos viejos pelagatos, que sus caras ya retratan. Esto es propio, todo es vida/se escuchó que alguien decía/ensayando un piropo/a los ojos de los otros, a la muerte del pasado/diecisiete días vagos, han logrado estos logros".
Sin intención de entrometernos en el campo (simbólico) que compañeros y compañeras tan bien cubren con sus páginas sobre arte y derivados, la intención es la de, dejando un poco de lado los acertijos, las editoriales y las cataratas de datos, llamar a la participación, a la opinión, a partir de recursos hasta el momento no utilizados.
Ante el pedido pedido no se expone, ni cuenta, la fuente, ni mayores datos al respecto, y, además, esta vez tampoco hay preguntas sino solo gimnasia de memoria y alguna que otra letra, para recordar al pueblo tal como se lo debe recordar y tal en donde debe estar: junto a él, no enfrente, y en la plaza, la ciudad, y no en la tiranía, muchas veces cotidiana, de los hogares.
Estanislao Balder (o Mauro -sucede que los herederos de los derechos de autor del amigo R.Arlt me están queriendo comenzar a cobrar por utilizar una de sus creaciones, por lo que creo que voy a volver al nombre que mi querida madre, y mi querido padre, me han puesto).
Saludos, espero que haya gustado, y suerte.
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