domingo, mayo 28, 2006

Joven Argentino (¿Qué querés ser cuando seas grande?)

Cuando yo era chico, los pibes siempre querían ser bomberos. Esto hablaba de una escala de valores de aquella época, que no tuvo el monopolio de estas fantasías, que fueron de varias generaciones. Después, cuando uno creció y fue haciendo oficio o estudiando; se imaginaba que podría laburar en un alto horno, capaz ahí en San Justo, en Aceros santa Rosa, o en la TAMET, o llegarse ahasta San Nicolás, cuando todavía era la "ciudad del acero" y no la "ciudad de María"...





Ya en esa época, se podía pensar en entrar en una fábrica de electrónica; o ser laboratorista, investigador, artista, operario...





Otro muchachos pensaban en trabajar en forjas o quizás en la industria automotriz, especializarse, estar orgullosos de su trabajo...





No faltaba el que soñara con laburar en los astilleros porteños: Tandanor, Príncipe Menghi, Domec García, AFNE, Astarsa... al fin y al cabo entre ELMA (Empresa Líneas Marírtimas del Estado); la flota de YPF, YCF; los buques de las líneas fluviales, etc.; bajo nuestro pabellón había naves por más de 2.000.000 de Tn de arqueo bruto. Todo eso, por supuesto, fue sistemáticamente depredado por el Turco, Meri July y algunos otros secuaces (como se puso en evidencia lo apátrida y reaccionario de las llamadas "facciones nacionalistas" de la armada que, el Alte. Isaac Rojas, antes de morirse de viejo choto y hacerse cremar para ir a ensuciar las aguas donde reposan los mártires del Belgrano; se abrazó con Menem, acto de "reconciliación histórica" y presenció como destruía todo lo que implicaba el poderío o a lo sumo la presencia soberana de nuestro país sobre los mares que reclamamos). Quizás como soldadores, maquinistas, ingenieros, carenadores...





Y ni que hablar del orgullo de los que estudiaban para ser técnicos aeronáuticos, pilotos, para laburar en nuestras aerolíneas ¡O quizás en alguna de las fábricas que abastecían a la fábrica de aviones de córdoba!, aunque sea como maleteros en aeroparque... había ese orgullo por el laburo, por humilde que fuera... era el granito de arena en ese país que amagaba querer despegar: Argentina Potencia (algunos soñaban)




Joven argentino, si hoy cuentas entre 6 y 65 años; puedes aspirar a algunas de las profesiones más concurridas de la Rekonstrucción del país: todas necesitan sus conocimientos habilidades, sacrificios y sufren de la misma necesidad, eso sí, no hace falta estudiar, ni tener vocación... es lo que hay:
  • Ciruja: con su master en cartón (cartoneros), plástico (PET) o aluminio (latitas); además de su formato tradicional (recuperador para el mercado de objetos descartados por los pudientes)
  • Canillitas de Segunda: mangueo en el subte, trenes, omnibus, de diarios de distribución gratuita que -obviamente- no alcanzan y se entregan solo a un horario determinado; para revender a voluntad unas horas más tarde.
  • Lavaparabrisas: consabidos estrategas en la elección de cruces viales mpara tomar al asalto a los conductores y limpiar en tiempo récord parabrisas y luneta por algunas monedas. Como otros oficios, deben pagar peajes y debatirse con la mafia que les reparte o "autoriza" los lugares para trabajar.
  • Mira-autos: personas que, en calles de estacionamiento permitido, sin parquímetros ni tarjeta; estratégicamente ubicadas (en cercanías de lugares de gran concurrencia: clínicas, universidades, parques públicos, reparticiones oficiales de concurrencia masiva, plazas, cercanías de espectáculos públicos, centros comerciales, cines, etc.), le advierten al automovilista que aparca ¿Te lo miro tío?, lo que significa exactamente eso: mirar, pues en caso de incendio, robo, maremoto, etc. no sabe a dónde ubicar al propietario ni va a hacer nada al respecto; cumplen largas jornadas en las veredas mafiosamente asignadas por quienes les cobraran a ellos parte del peaje que a su vez ellos cobran (y ya sabemos quienes son, o sea los intermediarios de la poli) por algunas monedas también y el yeite de lavar algún auto con agüita prestada a mitad del precio de un lavadero.
  • Abre-puertas: reservado por lo general a niños; que ya no solo se ubican en paradas de taxis, sino en puertas de teatros, restaurantes, terminales de transporte y hasta puertas de cajeros automáticos.
  • Plañideros de boleterías: marketing de la lástimaI aprobada con nota alta (y rencor por la desposesión rendida libre), para mujeres con niños, niños, ancianos: mangueo de monedas de vuelto en boleterías de subte, trenes, o cualquier venta de entradas, tickets o pases que se abone en efectivo y revista chirolas de vuelto.
  • Manifestante social a conchabo: o sea "te subo al bondi por $20.-" y vamo al acto.
  • Buscavidas sui generis: o sea, la versión desesperada del vendedor ambulante: compra para revender y le encajan gorros de lana en verano o bikinis en invierno.
  • Volantero: en el aquelarre del bazar persa donde todo se reduce (celulares, pilchas, medicamentos, anteojos, peine, peinetas, jabón, jabonetas, diría el turco de principios del siglo XX) es promisoria la carrera de Relaciones públicas que te propone este noble oficio.
  • Y sin extendernos en los cientos de artes y oficios que caminan por el margen de la ley o se cayeron brutamente de ella (algunos más sanos que otros que son amparados: un país que pena la prostitución y la timba, como si el yiro o la levantada de quiniela no fueran parte de toda sociedad; mientras que la usura y la estafa por engaño son alegremente institucionalizadas); no nos olvidamos de dos promisorias carreras que abren el futuro productivo del país encauzando a los jóvenes sedientos de realización y esperanzas: La Guardia Urbana o la Policía Buenos Aires 2... Andaaaaa!!!!

2 comentarios:

FJTU - F3R/n@nd0 dijo...

y hay que tener una visión de progreso. Mi abuelo paterno entro al correo como cartero. Terminó su carrera como jefe de sección en la parte de correspondencia internacional.
Gracias a eso mi viejo pudo ir a la facultad y recibirse de abogado sin casi laburar antes.
Yo todavía puedo ir a la facultad pero no si no laburo.
Y mi hijo seguramente será cartero.

saludos

Anónimo dijo...

¿Y nuestros nietos qué serán?¿Carteristas? Habrá que hacer algo no?

Abrazo, muy bueno el blog. Antonio de Parque Patricios

La Reina del Plata vista por un pájaro(n)

Hace un tiempo tuve la oportunidad de viajar al sur en avión en un día maravilloso (lo que algunos llamaríamos "un día peronista")...