martes, septiembre 27, 2005

"El juego de las estatuas"



....acertijos, ... ¿dijo algo el acertijo (como reza la canción), o callado solo ve pasar los mares de gentes?
La frase que titula esta nueva entrada, lejos de ser propia ni nada que se le parezca, es de un artículo de hace unos meses del periodista y escritor Rodrigo Fresán (Página 12, Lunes 21-03-2005); y la foto, que acompañaba aquella nota, muestra la imagen de una estatuta del generalísimo, fascista y asesino dictador español, de apellido tristemente célebre y contradictorio, Franco, a momentos de ser quitada por los elásticos hilos de cadenas y telas que uno puede apreciar observando la susodicha (foto que no por casualidad está situada a la derecha de este texto, ni al centro y arriba, ni a la izquierda -hasta los lugares crean sentido después de haber leído una línea de algún texto de análisis del lenguaje).
Y ahora vayamos a lo nuestro, y a las preguntas de este tipitero martes que en unos días, exactamente tres, cuando caiga el salvador viernes, serán develadas, a partir de la torpe publicación de sus obvias respuestas (desde ya, la idea es que estas últimas, las respuestas, comienzen a llover cual catarata de escupitajos ante la presencia de algún impresentable por todos aquellos compañeros y compañeras de ruta que habitualmente visitan esta página, y reciprocidades).
Salimos:
1) ¿Qué personaje de nuestra olvidada historia nacional es recordado y homejeado tanto con una plaza céntrica, como con un monumento que se erigía exactamente delante de la mansión de la familia Miró Dorrego (lo que serían hoy los fondos del teatro Colón), como por una calle céntrica que luce, bien reluciente, su sónoro nombre?
¿Qué contradicción existe entre los hechos de nuestro pasado, y el lugar al cual apunta la estatua de este individuo solidificado personalmente de diversas maneras?
2) ¿Qué otro da su apellido y nombre a una calle que antiguamente se denominaba "Chacarita", y a un monumento que descansa en Suipacha y Viamonte?
3) ¿La estatua de que persona dice en sus dos caras dos : "... 1787-1828, Promotor paladín y martir del federalismo argentino, Heroe de la independecia y organización nacional, Precursor de la independencia de Chile, Heroe de Suipacha y Nazareno, Compartió con Belgrano los laureles de Tucumán y Salta, Combatió el caudillismo separatista y anárquico, Legislador publicista gobernador de Buenos Aires y encargado del poder ejecutivo nacional, Paz con Brasil, Fundación de la nación uruguaya"?
¿Qué tres contradicciones insalvables e imperdonables omite y borra la historia hegemónica cuando rememora a este personaje de este modo, a la luz de sus actos y pensamientos?

Compañeros y compañeras, solicitamos respuestas... (o críticas a lo preguntado, lo escrito, lo omitido, lo...)
Hasta luego.
Estanislao Balder.

... ... Y lamentablemente, las respuestas -sin respuestas amistosas, sabiondas ni compañeras de sus respectivas partes- aquí van... (ni siquiera vueltas del hiperquinético Comandante Fidel, pero los plazos son los plazos, y, como dijo un célebre hampón, los compromisos se cumplen):
1) Este personaje es Juan Lavalle, responsable del fusilamiento del 13 de diciembre de 1828 del coronel y caudillo popular Manuel Dorrego. Y la contradicción es que su estatua apunta directamente a la entrada del Palacio de Justicia, donde, supuestamente, ésta se debería hacer cumplir, exactamente lo opuesto que llevó a cabo aquel con el linchamiento balasero a Dorrego. Vaya paradoja.
2) Quien esto hace es, justamente, Manuel Dorrego, en su momento uno de los tantos (pero al mismo tiempo pocos) representantes de las masas desposeídas argentinas de la época, personaje, cuidadosa y sabiamente, olvidado y tergiversado por la historia oficial-hegemónica-burguesa. Y es también su estatua la que porta las palabras de las que hablabamos en la pregunta.
3) Las tres contradicciones insalvables son las siguientes: que Dorrego, no solo que no consideraba como tales a los caudillos del interior, sino que entrabló muy buenas migas con la inmensa mayoría de ellos durante su gobernación; y que, y acá van dos contradicciones de una, juntas, tanto la paz con Brasil, como el reconocimiento de la independencia de Uruguay (hasta el momento provincia más integrante de lo que hoy llamamos como República Argentina), lo realizó a regañadientes, en contra de su voluntad, y presionado, primero, por la colonial presión inglesa en nuestro territorio, y, segundo, por la negativa del banco de Buenos Aires a cederle fondos para continuar el enfrentamiento. (Fuente principal: "Dorrego y los caudillos federales", Cuadernos para otra historia, nº 8, Galasso Norberto, 1998, Centro Cultural "Enrique Santos Discépolo").
Estanislao Balder.

3 comentarios:

empedrado dijo...

Don Estanislao
¡vale que postee el Comandante Fidel?
Abrazo

empedrado dijo...

sí, por supuesto que vale, va a ser un tanto, demasiado, repetitivo, circular, paranóico, ezquizoide y espiraleado (ya que los mismos que preguntan responden), pero sí, vale, ¿cómo no va a valer?
Saludos.
Estanislao Balder.

Anónimo dijo...

Che Estanislao
La temática estaba rebuena (imaginate que me anoto en diálogos en cada posteo que en fin...) ¡cómo no me va a interesar!
Pero nosotros, que con sinceridad posteamos los tres bajo el nombre de "empedrado", ibamos a quedar como esos perros que tienen parásitos y dan vueltas en círculo comiéndose la cola o chupándose el culo. Fijate que tu respuesta a mi pregunta fue un yes, but...
Gato de Yeso (ex Comandante Fidel)

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