martes, mayo 23, 2006

Escudos de Armas

El escudo de armas de la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo a lo aprobado por Ordenanza del 3 de diciembre de 1923 tiene forma elíptica, de una proporción de 5x6 entre sus ejes mayor y menor, encerrando los atributos que se describen: En jefe una paloma radiante, vista de frente y con las alas extendidas; en punta un áncora, medio sumergida, con parte de la caña fuera de la superficie de un mar rizado, que ocupa el cuartel inferior. Un poco más debajo de la línea que determina el eje menor de la elipse, dos barcos, uno de ellos carabela y el otro bergantín del siglo XVI, vistos por costado de babor. Ambas naves empavesadas con bandera en los topes.

Este no fue el primer escudo que tuvo la ciudad de Buenos Aires, ya que anteriormente existieron otros dos que se fueron sucediendo hasta llegar al actual. Del primero se tiene noticias a través de los Autos proveídos por Juan de Garay, fechados el 20 de octubre de 1580. En los mismos Garay señaló por armas de la ciudad un águila negra pintada al natural, con su corona en la cabeza, con cuatro hijos debajo, demostrando que los cría; una cruz colorada sangrienta saliendo de la mano derecha y subiendo más alta que la corona, semejante a la cruz de calatrava, todo ello en campo blanco. Este hermoso blasón porteño fue aprobado por el Consejo de Indias en 1591.
Para 1649 ya no quedaba memoria alguna de ninguno de estos dos escudos, pues al analizar el tema ese año el Cabildo, se afirmó que Buenos Aires carecía de un blasón propio. Para suplir esa falta y por iniciativa del gobernador Jacinto de Láriz, se procedió a confeccionarlo. Rodeado por la leyenda "Ciudad de la Trinidad y Puerto de Buenos Aires", presenta en la parte superior una paloma con las alas abiertas y rodeada de rayos, y en la parte inferior un mar agitado y un ancla con una de las uñas hacia arriba. La incorporación de las naves al escudo de Buenos Aires se realizó por primera vez en las medallas mandadas a acuñar en el Perú con motivo de las fiestas de proclamación del rey Fernando VI, que se realizaron en nuestra ciudad en 1747. A partir de entonces la paloma (símbolo del Espíritu Santo que representa la Trinidad), y el ancla y las naves (que representan al puerto), figuran en todos los escudos de Buenos Aires con pequeñas variantes en su ubicación.En 1852 la Comisión de Educación del municipio porteño, en la cual revistaba Domingo Faustino Sarmiento, aconsejó la adopción de este escudo ya tradicional, medida que se concretó de manera definitiva y oficial por ordenanza municipal de 3 de diciembre de 1923, en la cual se fijaron con precisión sus características.
Este último ha sido aprobado no como escudo, sino como logo representativo del Gobierno porteño en 1998. Ud. puede encontrarlo en cualquier factura de ABL o rentas.
Si alguien sabe de heráldica y quiere explayarse en las simbologías siéntase como en su casa.

3 comentarios:

Comandante Fidel dijo...

Amigo FJTU:
En cuestiones de Heráldica, me sucede lo mismo que frente al Ballet o a ciertas expresiones artísticas de vanguardia: una absoluta vacuedad de emociones e interés, de denota a las claras mi grado de insensibilidad ante la relación de la expresión y el alma, o sea mi cretinismo artístico y posiblemente una dosis de imbecilidad para comprender ciertas cuestiones que exigen elevar demasiado el espíritu. No obstante le diré que: Garay estuvo bastante inspirado (aunque demasiado pretencioso para este baldío); nuestros cabildantes tenían menos gusto y estilo que los morcipan de la calle Brandsen los domingos que juega Boca y en cuanto a la otrora Municipalidad y sus logos, solo recuerdo cómo puteaba cuando llegaban en las épocas preibarrianas, ya fuesen del auto o el bulo... en fin en una próxima entrada quizás me le anime al illustrator y plasme un nuevo blasón... Este tendría un campo de fondo de color amarronadito, tipo el color del río león o mejor aún, del billete de diez guitas: ícono de la coima nuestra más noble y perdurable institución, el nunca bien ponderado Diego; en el centro enroscado y ligeramente desplazado hacia el cuadrante inferior, un tibio y humeante tereso de perro, simbolizando la presencia predominante en las aceras porteñas y las acciones que caracterizan a sus ciudadanos; un trazo azul petroleo serpentearía manchando todo el heraldo, significado la omnipresencia del pútrido Riachuelo del que emergería un bagre con la cara de Meri Juli, tres ojos y seis mamas: semantizando la aberración, la infamia y la calumnia de lo imposible; en el campo superior se destacarían gruesos trazos grises, que en corona descendente rodearían cual lauro enmarcatorio, representando a los basurales humeantes del promiscuo villerío del segundo cordón del GBA... ah, no esto debe ser llevado al dibujo ¡Prepárese FJTU!, la posteridad verá el escudo de Empedrados...

FJTU - F3R/n@nd0 dijo...

Y dale!!!

Anónimo dijo...

Yo digo que cada barrio tiene que tener su escudo. Porque cada barrio tiene identidad propia o al menos algunos lo tienen. La Boca tiene su escudo, estaría bueno si lo muestran y lo exoplican, creo que Mataderos también, son esos barrios que se llaman repúblicas y para el vecino el barrio no es un accidente, es un orgullo.
Acá en Parque Patricios la sociedad de fomento a la que yo voy 8de la iglesia de Monteagudo y Grito de Ascencio, va a proponer un escudo que debe llevar varios componentes de los que destaque el globo Pampero (por el glorioso Huracán que pronto vuelve a la primera) el espíritu obrero y proletario del barrio y su caracter de ser cuna de algunas de las instituciones más antiguas y glorias de la ciudad: el regimiento fangio la casa del almirante Brown, el segundo comité radical que se abrió.
Muy bueno comosiempre hablen de Parque Patricios

Antonio

La Reina del Plata vista por un pájaro(n)

Hace un tiempo tuve la oportunidad de viajar al sur en avión en un día maravilloso (lo que algunos llamaríamos "un día peronista")...